¿Me sancionarán el blog si hablo de sexo?

El sexo, menudo tema para una entrada de blog. ¿Me sancionarán el blog si hablo de sexo? Siendo, como es, un tema normal en la vida cotidiana, parece que todo lo referente al sexo es oscuro e inapropiado y está plagado de expresiones vulgares cuyo uso pueden ofender a algunas personas.

Bueno, si me cierran el blog, por lo menos me consolaré con algo con lo que se han consolado millones de humanos a lo largo de la historia, cuando no han tenido su ración de sexo. Sí, me refiero a la sabiduría. ¿A qué me iba a referir? 

A pesar de que San Google me recomienda utilizar un lenguaje respetuoso, no considero que las expresiones sexuales que usamos cuando solemos hablar de sexo, sean irrespetuosas. A los hombres se les ha permitido, más que a las mujeres, utilizar palabras sucias o guarras, como a veces se ha catalogado a las palabras eróticas. Muchas de ellas tienen orígenes muy antiguos y pueden provenir de diversas fuentes, como la literatura, la mitología, la religión y la cultura popular. Algunas de estas expresiones se han ido transformando con el tiempo y su significado original puede haberse perdido o modificado.

Miradas, susurros, secretos, suspiros, respiraciones profundas en el momento adecuado, hablar mordiéndose el labio o alargar determinadas palabras pueden dotar a una misma palabra o frase de una intencionalidad muy diferente. Veamos pues de qué hablamos cuando hablamos:

«Follar» viene de «follis», (fuelle para el fuego). Joan Corominas explica en el Breve diccionario etimológico de la lengua española que «follis» evolucionaría a partir del siglo XVIII, en «follar», verbo que significa «soplar con fuelle». Podemos imaginar que esta acción recuerda a los jadeos y a los movimientos sistemáticos del acto sexual, así que a principios del siglo XX se comenzaría a utilizar para referirse al sexo.

“Echar un polvo”. Existen varias teorías al respecto. Por un lado, expertos en etimología como Pancracio Celdrán apuntan que todo viene de aquella costumbre burguesa, comprendida entre los siglos XVIII y XIX, de esnifar rapé. El aspirar este polvo de tabaco por la nariz podía provocar bochornosos estornudos por lo que, los siempre elegantes aristócratas, solían retirarse a otra estancia para «echarse unos polvos». Un día alguien aprovechó esta excusa para ausentarse con el propósito de visitar a su amante lejos de miradas inquisidoras, comenzando así con la tradición de llamar al acto sexual «echar un polvo». En cuanto a la segunda opción, está menos consolidada. Habla de un posible origen de la expresión a través de la fórmula latina «Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris» («Polvo somos, del polvo venimos y en polvo nos convertiremos»). Se ve que alguien supuso que si el cura decía que «del polvo venimos», «echar un polvo» debía ser un sinónimo del acto sexual, porque la verdad es que todos venimos del acto sexual.

“Tener sexo”: Esta es una expresión más neutral y formal que se utiliza para referirse al acto sexual. No tiene un origen específico y su uso se ha popularizado en la cultura moderna.

“Coger” es una expresión muy común en algunos países de habla hispana y también se utiliza para referirse al acto sexual. Su origen no está claro, pero se cree que puede provenir del latín «colligere», que significa «recoger» o «unir». Son clásicas las bromas dado el uso extendido para referirse al acto sexual, y el uso más general para referirse a «agarrar» o «tomar» algo. Debido a esta diferencia en el uso del verbo, en Argentina es común hacer chistes utilizando la palabra «coger» en situaciones que podrían resultar graciosas o inapropiadas.

“Hacerse una paja”: Con esta expresión también hay controversia. Unos creen que el acto (piel del pene hacia arriba y hacia abajo) recuerda al gesto agrícola de separar la semilla de la paja, lo que es el cereal que crece en el tallo. Otros, en cambio, que vendría de la voz árabo-romance «paa», híbrida del verbo latino «pascere», que viene a significar «apaciguar», «calmar», «satisfacer»…

“Felación” viene de la palabra latina «fellatio» (acción de mamar, chupar…).

“Mamada” viene del latín “mammo”, “mammare” (amamantar) y significa felación. En una ilustración de El libro de los muertos de los antiguos egipcios Isis le insufla vida al cuerpo reconstruido de su hermano Osiris, luego de que fue despedazado. Encuentra 13 de los 14 pedazos en los cuales fue desmembrado y el pene, el único faltante, lo reemplaza con un pene de oro, el cual utiliza para devolverle la vida.

“Irrumación” viene de «irrumatio» y es una variante de la felación. Sólo que, si en la primera es la pareja que mama quien mueve cabeza y cuerpo para estimular el pene de su pareja pasiva, en la irrumación el pasivo se convierte en el activo y es quien mueve la pelvis para estimular su miembro contra la boca de su pareja (esta vez pasiva).

El “sexo intercrural” viene del latín «inter» (entre) y «crura» (piernas). Es una actividad sexual sin penetración en la que uno de los integrantes de la pareja introduce su miembro entre las piernas del otro, este las aprieta fuerte, y juntos consiguen placer a través de la fricción que intenta simular el coito con penetración.

«Echar un kiki» se refiere a una relación sexual rápida y de una manera improvisada. Es el equivalente al «aquí te pillo, aquí te mato». Y es por su cariz de velocidad por lo que proviene del término inglés «quickie» (rapidito), la forma informal de «quicky» (rápidamente).

«Un francés» es, ni más ni menos, que una felación. Pero ¿de dónde viene la expresión? Dicen que, en el siglo XIX, los burdeles de Francia tenían fama de ser los mejores en los que se practicaba la felación.

“Un griego” en cambio, se refiere al sexo anal. Algunos expertos señalan que en el siglo XIX muchos pensaban que los griegos fueron los inventores del coito anal. Pero es curioso que los griegos no lo llaman «un griego», lo llaman «un otomano».

«Una cubana»: es una expresión que denomina el sexo intermamario. Se coloca el miembro entre las mamas de la pareja y se frota el pene emulando el coito. Lo más curioso de llamar a este tipo de sexo «hacer una cubana» es el hecho de que sólo se llama así en España. En otros muchos lugares como Italia, Grecia o la mismísima Cuba lo llaman, «hacer una española». En Alemania: «spanischer sex», en Francia: «branlette espangole». En Chile y México cambian: «hacer una rusa». En Argentina: «hacer una turca». Parece que lo importante es que no lo llames por el nombre de tu nacionalidad.

“Pasar por la piedra”, hasta hace poco ha tenido connotaciones de castigo. Si viajamos al mundo antiguo, en las batallas, era corriente que el capitán de los enemigos vencidos fuera humillado frente a las tropas vencedoras, y en muchas ocasiones, se utilizaba para ello la sodomización. Las referencias señalan que las legiones romanas, incluso, disponían de una piedra acondicionada para que el centurión de turno pudiera sodomizar al capitán enemigo vencido. En ese acto todos comprobaban el sometimiento total a la victoria.

“El misionero”: para terminar, hablemos de la postura más consolidada de la historia de la sexualidad. Se ejecuta el acto sexual cara a cara, él arriba y ella abajo. Se cree que se llama así porque en la época de la colonización y evangelización de América (siglos XVI y XVII), los europeos promulgaban esta postura como la más casta para procrear. Sin embargo, todo es bastante más cercano. De la «postura del misionero» se habla por primera vez, con este nombre como tal, en el libro Sexual Behavior in the Human Male, escrito en 1948 por Alfred Kinsey. Antes solía referirse a ella como la «postura angelical» o «de la serpiente».

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

6 comentarios sobre “¿Me sancionarán el blog si hablo de sexo?

  1. Tienes razón con que hablar de sexo les está más permitido a los hombres desde siempre porque a las mujeres siempre se nos considera mal si lo hacemos. Hay tantos y tantos autores admirados a lo largo de la historia que en el fondo eran otra cosa y nadie dice nada, en cambio hay mujeres como una de las más recientes premio Nobel sin ir más lejos que son criticadas por hablar de sus propias experiencias al respecto, cuando en realidad expresan la búsqueda de igualdad.
    Me parece de lo más sexista y anticuado y me demuestra aue seguimos prácticamente igual que siempre por más que nos empeñemos en lo contrario. Sin duda, un tema peliagudo, pero te aplauso por abordarlo y espero que no te cancelen el blog.
    Un saludo.

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    1. Hola MJ.
      Sí, es cierto, a pesar de haber cambiado un poco, todavía hay muchísimo machismo y lo peor es que hay muchas mujeres machistas que educan a sus hijos varones como príncipes y a sus hijas mujeres como la criada de la casa. Un tema difícil de abordar, porque nadie se reconoce machista.
      Y no, no creo que cancelen el blog, el título era sólo una forma de llamar la atención. 🤣🤣
      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  2. ¡Qué buena entrada! Algunas prácticas (aunque las conocía… -conocer no es lo mismo que hacer, jajaja)- no sabía cómo se llamaban. Me parece un post muy interesante e ilustrativo. Por supuesto que no te cerrarán el blog. Esto es educación. Hay cosas en verdad deplorables y no las quitan. Saludos desde México.

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    1. Hola Ana.
      Sí, parece que todavía fuera pecado o algo así, hablar de sexo. Y, en realidad, llamar las cosas por su nombre, creo que es lo mejor, facilita el entendimiento.
      Me alegro que te haya parecido interesante. Por supuesto, no creo que me cierren el blog, sólo era una forma de llamar la atención para que entrarais a leer. 🤣🤣 Y sí, esto es educación y hablar de lo que sea, no debe molestar a nadie. O «no debería»…
      Un abrazo desde Euskal Herria, Tigrilla.

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  3. Me parece que ha quedado una entrada muy nutritiva, como un sencillo y reconfortante aperitivo. El sexo, además de para desahogar la pasión, es el adhesivo imprescindible para mantener unida la relación. Con artículo determinado. Un abrazo.

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  4. Hola Carlos.
    ¡¡Ja Ja Ja!! No hubiera calificado la entrada como nutritiva, pero que sea un sencillo y reconfortante aperitivo no me parece mal.
    Gracias por pasarte por aquí y por tu comentario.
    Un abrazo para ti también.

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