El derecho al delirio

¿Qué tal si miramos más allá de lo cotidiano, de la infamia, para adivinar otro mundo posible?

Aquí os traigo un extracto de una canción de Eduardo Galeano para empezar el año con energías renovadas.

Sus ideas, sus pensamientos y sus reflexiones no pretenden adoctrinar. Sin embargo, define como pocos los males de nuestra sociedad y es capaz de transmitir lucidez y optimismo con sus textos utópicos, lo que le hace acreedor de mi más profunda admiración y de la de muchos de los que conocen su obra.

Eduardo Galeano nació en Montevideo, Uruguay, el 3 de setiembre de 1940, en el seno de una familia de clase alta y católica, de ascendencia italiana, española, galesa y alemana.
Está considerado como uno de los más importantes escritores de la literatura hispana del siglo XX y XXI.
En su juventud trabajó entre otros oficios como obrero de fábrica, dibujante, pintor, mensajero, mecanógrafo y cajero de banco.
Durante el golpe de Estado del 27 de junio de 1973 en su país, fue encarcelado y obligado a abandonar Uruguay. Se fue a vivir a Argentina donde fundó la revista cultural «Crisis«. Su libro «Las venas abiertas de América Latina«, fue censurado por las dictaduras militares de Uruguay, Argentina y Chile. En él, planteó que la pobreza, el sufrimiento y el subdesarrollo de la mayoría de los estados latinoamericanos, no son un estado natural, sino uno creado por el saqueo económico e histórico comenzado por España y otros países de Europa y luego por el Reino Unido y los Estados Unidos.
En 1976 fue añadido a la lista de los condenados del escuadrón de la muerte de Jorge Rafael Videla, que había perpetrado el golpe de Estado en Argentina, teniendo que huir a España, donde escribió en 1984 su famosa trilogía «Memoria del fuego» (un repaso por la historia de Latinoamérica, desde la creación del mundo hasta nuestros días).
A principios de 1985, retornó a Montevideo. En octubre de ese año, junto a Mario Benedetti, Hugo Alfaro y otros periodistas y escritores, fundó el semanario político «Brecha«, del que fue integrante de su Consejo Asesor hasta su muerte.
Murió en Montevideo, el 13 de abril de 2015.

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

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