Abecedario de fotos (I)

Siendo adolescente, allí por los últimos años de la década del 60, mi tío Paco me sorprendió un día, contándome que se había apuntado a un curso por correspondencia de fotografía. Eran años en los que salían anuncios en las revistas, para estudiar cualquier cosa, desde “Sea Detective Privado”, hasta “Parapsicología e Hipnotismo”, pasando por “Ventas”, “Contabilidad”, “Dibujo”, “Electrónica”, “Enfermería” o “Corte y Confección”.

El curso que había elegido Paco era de revelado fotográfico y, por supuesto, traía materiales para realizar los ejercicios. Así que, participé del maravilloso momento de esperar ansiosamente que las imágenes en blanco y negro fueran apareciendo sobre el papel, como por arte de magia. Y descubrí, por primera vez, el placer que me hacía sentir sacar una fotografía.

Claro, a esta altura, muchos de vosotros no tenéis ni idea de lo que os estoy hablando. ¿Cómo transmitiros el revelado de la fotografía analógica? ¿Cómo hablaros de ese laboratorio casero super-privado, en semioscuridad, donde botellas de líquidos extraños, embudos, termómetro, reloj, el tanque de revelado y la cuerda de lado a lado, con pinzas de donde se colgaban las fotos durante el secado? ¿Cómo, en estos tiempos en donde necesitamos que todo sea conseguido ¡YA!, explicar el cosquilleo en el estómago durante la espera del revelado?

Todo el proceso, desde el momento en que seleccionas el encuadre y disparas tu cámara, hasta el momento en que ves las fotos colgadas y secando, es algo que, sin duda, te saca una imperceptible sonrisa de satisfacción.

Con el tiempo, mucho tiempo después, descubrí que la fotografía junto a la escritura, se convertían en mi reducto de intimidad que, a veces, me cuesta compartir, mi refugio, mi legado, mi forma de expresarme desvelando mi interior, de capturar la belleza, de intentar transmitir ciertos sentimientos, de plasmar momentos únicos, de evadirme de ciertas realidades o de sumergirme completamente en ellas.

Comenzó como un reto, se convirtió en un pasatiempo, pasó a ser una afición y ahora es simplemente una necesidad, una pasión que intento transmitir a mis sobrinos con rallyes dentro de casa que les permitan aprender, además de descubrir los mundos ocultos dentro de lo cotidiano.

Hoy comienzo a mostraros un juego de “Abecedario Fotográfico”, que os iré desvelando en varias entradas. Aunque en un blog no puedo subir fotos de alta calidad, por el peso, os invito a jugar. Una foto: una letra. La del encabezamiento no cuenta.

¿Descubriréis todas?

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

Un comentario en “Abecedario de fotos (I)

  1. ¿Habéis jugado al Abecedario de fotos? Contestando a quienes me han escrito, os doy las palabras que componen esta primer lista: agua, bicicleta, ciruelas, Che Guevara, dos, espejo, felinos, gaviota, Habana. ¡¡Felicitaciones a quienes han acertado!! En la próxima, seguimos con nuestro abecedario.

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