Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra.
Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar.
Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje.
O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.
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2 comentarios sobre “Haikus de un 20 de julio”
Preciosos Jaijus, Marlen.
Me cuesta pronunciarlos, no te digo ná escribirlos.
No nací para la poesía. 😅😂
Al sitio de la foto me llevaba yo un bocata, una cerveza y un libro. Felicidad máxima en el Paraíso. ¡Qué preciosidad!
Un abrazo.
¡¡Ja Ja Ja!! 🤣🤣 Cuando los descubrí, no me salía ni uno. O demasiado largo o demasiado corto, no lograba ni un verso. Y pensaba: Nada, que no nací para versos. Pero, poco a poco, me fui acostumbrando y hay días en que me descubro contando sílabas y apuntando lo logrado. ¡¡Ahora me encantan!!
En cuanto a la foto, ¡cuántas veces habremos pasado tardes enteras en ese sitio! Es un bellísimo parque que se llama El Rosedal y está en el barrio de Palermo. Tiene rincones para todos los gustos: de niña corriendo por los senderos y subiendo al precioso puente. De adolescente, festejando el Día del Estudiante, haciendo picnic con todos los amigos. Luego enamorados, buscando rincones apartados o remando en sus lagos. Un pulmón verde para el estrés citadino. ¡Una belleza!
Un abrazo para ti también, Jose.
Preciosos Jaijus, Marlen.
Me cuesta pronunciarlos, no te digo ná escribirlos.
No nací para la poesía. 😅😂
Al sitio de la foto me llevaba yo un bocata, una cerveza y un libro. Felicidad máxima en el Paraíso. ¡Qué preciosidad!
Un abrazo.
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¡¡Ja Ja Ja!! 🤣🤣 Cuando los descubrí, no me salía ni uno. O demasiado largo o demasiado corto, no lograba ni un verso. Y pensaba: Nada, que no nací para versos. Pero, poco a poco, me fui acostumbrando y hay días en que me descubro contando sílabas y apuntando lo logrado. ¡¡Ahora me encantan!!
En cuanto a la foto, ¡cuántas veces habremos pasado tardes enteras en ese sitio! Es un bellísimo parque que se llama El Rosedal y está en el barrio de Palermo. Tiene rincones para todos los gustos: de niña corriendo por los senderos y subiendo al precioso puente. De adolescente, festejando el Día del Estudiante, haciendo picnic con todos los amigos. Luego enamorados, buscando rincones apartados o remando en sus lagos. Un pulmón verde para el estrés citadino. ¡Una belleza!
Un abrazo para ti también, Jose.
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