Nómadas digitales

En los últimos años, y sobre todo en tiempos de COVID, el número de trabajadores que realizan sus tareas desde casa ha experimentado un crecimiento sin precedentes. A raíz de ello, son muchos los que se han planteado la posibilidad de trabajar remotamente el 100% del tiempo. Ser nómada digital es el nuevo paradigma laboral, una de las ideas que más se escuchan ahora cuando hablamos de estilo de vida.

El principal aliciente es la libertad de poder escoger dónde vivir, pero también de alejarse de los cada vez más grandes núcleos de población donde se concentran la mayoría de las empresas.

Los nómadas digitales están siempre en movimiento, y a más de uno no le importa pagar el sobrecoste de un alojamiento a corto plazo si con ello tiene la flexibilidad para moverse como y cuando quiera.

“Las líneas entre vivir, viajar y trabajar se están difuminando”.

¿Pero qué es exactamente un nómada digital? A menudo se suele pensar que un nómada digital y un trabajador remoto son lo mismo, pero esto no es cierto. Si bien todos los nómadas digitales son trabajadores remotos, no todos los trabajadores remotos son nómadas digitales. Un nómada digital es una persona que utiliza internet para poder desempeñar su labor profesional y/o para vender sus conocimientos a otras personas o empresas, a la vez que viaja por cualquier lugar del mundo. Los nómadas digitales no tienen una residencia fija, aprovechan la flexibilidad que les otorga el teletrabajo para cambiar de paradero con frecuencia. Algunos pueden llegar a cambiar de alojamiento cada 2 semanas, mientras que otros prefieren alargar sus estancias hasta los 6 meses. Sin embargo, la mayoría de ellos tienden a permanecer en un lugar entre 1 y 2 meses como máximo.

No hay que ver el nomadismo digital como un tipo de trabajo o profesión, sino como una forma de vivir que aúna los cambios que se están dando a nivel laboral, junto con la decisión de tomar el control de tu propia vida y llevarla como a ti te dé la gana, conociendo otras culturas y lugares increíbles que te siguen demostrando lo maravilloso que es el mundo.

Tras la revolución industrial, no se ha conocido otro cambio tan grande como el que estamos viviendo con la irrupción de internet y la entrada en la denominada era de la información. Las nuevas tecnologías lo han cambiado todo. Cómo nos comunicamos con los demás, cómo establecemos relaciones, nuestra forma de interpretar el mundo y, por supuesto, una distinta concepción de la forma de trabajar.

Todos estamos cansados de oír hablar del presentismo, de calentar la silla y de trabajos poco motivadores que anulan las capacidades de las personas. Pero ahora ha surgido una nueva noción, trabajos más libres e independientes donde se abandona el modelo paternalista para que el trabajador se implique, tome decisiones y se esfuerce en conseguir unos objetivos. No se trata de estar “X” horas en la oficina, sino de conseguir “X” resultados. Como si estuviésemos programados para ello, a todos nos han inculcado que teníamos que estudiar, encontrar un buen trabajo, casarnos, comprar una casa, tener hijos… Pero al romper la idea de la necesidad de estar en un sitio, se abren las puertas a un estilo de vida más libre donde puedes vivir viajando y trabajando.

Hay diferentes tipos de nómadas digitales. Si eres capaz de aguantar la incertidumbre que a veces supone tener un negocio, está el freelance que trabaja por cuenta propia, alguien que vende servicios. Es decir, tú le contratas para que haga un trabajo para ti: sacarte unas fotos, escribirte un texto, traducirlo, generar contenidos: posts, actualizaciones para las redes sociales, newsletters, emails de venta, hacerte la facturación de tu empresa, diseñar tu web. Son asesores, consultores o coach de finanzas, de desarrollo personal, de estrategia de negocio, de deporte… Ahora que realizar una videollamada es lo más sencillo del mundo, pueden ofrecer este servicio ahorrándose el tener que pagar un local.

Está el emprendedor que genera un producto digital, un producto no físico y que gracias a eso se puede distribuir por internet con mínimo coste. Por ejemplo, un producto digital puede ser un ebook con una guía sobre un país que visitas, un audiolibro o un curso online, una app para el móvil, una plantilla, etc.

Por último, están los que trabajan por cuenta ajena. Muchas empresas ya no quieren trabajadores que cumplan un horario, sino empleados que se focalicen en cumplir objetivos. Si a eso le sumamos las posibilidades de trabajar en equipo en remoto, la necesidad de tener a la persona físicamente, disminuye.

Partimos de la idea de que su oficina o espacio de trabajo es el mundo. Teniendo una buena conexión a internet y un portátil, su trabajo puede hacerse en cualquier lado. Los nómadas digitales son un target ideal a la hora de utilizar un alquiler. Los motivos son varios, pero principalmente se debe a que este tipo de viajeros son lo que se conoce como de “bajo mantenimiento”. Esto significa que probablemente no exijan mucho: lo más importante es que puedan desempeñar su trabajo con garantías. Un lugar cómodo y tranquilo y una conexión wifi fiable y de alta velocidad, es todo lo que necesitan para estar a gusto.

A cambio, te encontrarás con que tienden a cuidar mejor del alojamiento. Al fin y al cabo, los nómadas digitales están en él para trabajar, no para salir de fiesta. Van a pasar mucho más tiempo en la propiedad que cualquier otro huésped. Más allá de hacer un poco de turismo, la mayor parte del día la pasarán trabajando dentro de la vivienda. Parte del atractivo de poder trabajar desde cualquier lugar, es la libertad que eso te da a la hora de decidir cómo organizar el día. Para este tipo de huéspedes, no sólo cuenta el alojamiento en el que van a hospedarse, conocer sitios diferentes y hasta exóticos, la gastronomía del lugar, tiendas originales, gimnasios de yoga y hasta alojamientos poco convencionales son también parte de su estilo de vida. 

El nomadismo digital es una de las tendencias de viaje más interesantes que han surgido en los últimos años. Con la popularización del trabajo en remoto a consecuencia de la pandemia, el número de nómadas digitales parece destinado a seguir creciendo en este mundo en constante cambio. 

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

2 comentarios sobre “Nómadas digitales

  1. Qué interesante tu entrada. Definitivamente creo que las personas que pueden hacer eso son afortunados. La pandemia creo que también vino a impulsar esto que ya se venía viendo. Ya no es necesario estar en las grandes ciudades, donde hay más riesgos por la alta concentración de gente, si puedes trabajar remotamente tu oficina puede estar en cualquier lugar. Saludos.

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  2. Gracias Ana por tu comentario. Si, a mí me hubiera encantado trabajar como un nómada digital, recorriendo el mundo y conociendo otras culturas, otra gente. Pero también pienso que es más fácil hacerlo cuando uno es joven. Luego el desarraigo pasa factura. ¿Cómo armas tu vida si tienes una pareja e hijos? Para pensarlo… Saludos.

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