El otro día, en el VadeReto, Jose me pasó este texto que reproduzco, porque me parece excelente y refleja a la perfección la forma de ser de un amigo/a argentino/a. Es un texto originalmente escrito en inglés en 2014, del que no se conoce el autor, y que ha sido un meme reciente en Facebook y en general, en Internet. Los comentarios son de Univisión Noticias (Y alguno mío). ¡Y que conste, Jose, que eso de que también habla de amigos gaditanos… te lo creo!
*) Un amigo normal es alguien que nunca te pide comida…
Un amigo argentino es la razón por la que organizás una comida.
Totalmente verdadero. ¿Almorzamos o cenamos? es una pregunta típica que solemos hacer con nuestros amigos. Nos encanta juntarnos a merendar por Palermo, hacer un late brunch cerca de la escuela de nuestros hijos o armar un asadito en casa los domingos. Y no es sólo porque nos gusta comer, sino que, al haber cuatro comidas diarias, tenemos cuatro buenas excusas para ver a un amigo.
*) Un amigo normal te pregunta ¿cómo estás?…
Un amigo argentino cuando te ve, te dice: “Hijo de puta, ¿cómo andás?”, te abraza y te besa.
Falso. Para decir que nos vemos bien, nos basta escuchar a nuestra mamá y nuestra abuela. Si bien no hace falta que nuestros amigos nos pregunten cómo estamos, lo saben de sólo vernos. Antes de decir “¡qué bien que te ves!”, te preguntan “¿Y, cómo sigue todo en el laburo?” o “¿hay novedades de él?” y después recién, te abrazan y te besan.
*) Un amigo normal puede que nunca te haya visto llorar…
Un amigo argentino ha llorado con vos, por cualquier cosa.
Por cualquier cosa que valga la pena, porque entre amigos, se comparte todo: las buenas y las malas.
*) Un amigo normal te manda flores y una tarjeta cuando estás internado en el hospital.
Un amigo argentino te va a ver y se queda dormido en una silla, a tu lado.
Habla con el médico, te trae un sándwich de la máquina expendedora, porque las comidas de hospital…y llama a tu madre para tranquilizarla.
*) Un amigo normal te pide algo prestado y te lo devuelve a los dos días…
Un amigo argentino te pide algo prestado y a la semana se olvida que no es suyo. Ni te lo devuelve, ni se lo reclamás nunca.
No sólo es verdad, sino que es una ley. Existe algo que se llama “no tengo nada para ponerme” y algo que se llama “agarrá lo que quieras”. La ropa de nuestras amigas no es más que una extensión de nuestro placard. Por eso, la prenda será nuestra hasta que, por tener tanta confianza, nos olvidemos de que la tenemos.
*) Un amigo normal te ofrece el sofá para que duermas.
Un amigo argentino te brinda su cama, se acuesta en el suelo… y no te deja dormir en toooooda la noche conversando con vos.
Y te despierta con el mate y los bizcochitos o las medialunas que fue a comprar para que desayunaras.
*) Un amigo normal sabe unas cuantas cosas acerca de vos…
Un amigo argentino podría escribir un libro con las cosas que le has contado, pero no anda bocinando nada.
Nuestros amigos no sólo saben todo lo que les contamos. También saben todo lo que, por algún motivo, no queremos contarles.
“Creo que te pasa eso porque cuando eras chica tus papás…” es la frase que demuestra exactamente lo que estoy diciendo: no sabemos cómo ni por qué pero, los amigos argentinos, analizan más que Freud y te conocen por lo que callás.
*) Un amigo normal te lleva remedios cuando estás resfriado.
Un amigo argentino te hace una sopa de pollo y te lleva además, los remedios que le enseñó su abuela.
*) Un amigo normal golpea la puerta para que le abras…
Un amigo argentino abre la puerta, entra solo y después te dice: “¡Llegué!, te traje una pizza”
*) Un amigo normal te pide que le hagas un café.
Un amigo argentino pasa a la cocina, usa la cafetera y hasta le pide azúcar a una vecina si vos no tenés.
*) Un amigo normal te invita a comer una semana antes y pide que le confirmes si vas a ir.
Un amigo argentino te llama en cualquier momento y te dice: “en cinco minutos tiro la carne a la parrilla, traéte un vino…”
Absolutamente cierto y vivido más de una vez.
*) Un amigo normal, si vas a verlo a su oficina, te presenta como “el Señor Fulano…”
Un amigo argentino llama al compañero de oficina y le dice: “Máquina, este fiera es mi hermano”.
*) Si tenés un resbalón en la vida, un amigo normal dice: “No te llamé por un tiempo, para no molestar.”
Un amigo argentino te llama a cada rato: “Boludo, lo que necesités, avisá.”
*) Un amigo normal puede serlo por un tiempo…
Un amigo argentino es para toda la vida.
*) Un amigo normal ignoraría este mensaje…
Un amigo argentino se lo pasará a todos sus amigos, pues se siente orgulloso de ser AMIGO ARGENTINO…
La prueba más clara es que no pude dejar de incluirlo en el blog.








Buenos días, Marlen.
¡Qué maravilla!
La verdad es que lo dije cuando lo leí y te lo pasé, pero ahora que he vuelto a releerlo, lo reconfirmo. Estás hablando de mis amigos y del que escribe. Coincidimos en todo.
Estas cosas me encantan, porque derriban fronteras, establecen, o recomponen, esos lazos que nunca debieron romperse entre países distintos que en realidad están formados por los mismos sentimientos, las mismas personas que sienten y aman de formas muy parecidas. Como ya he dicho alguna vez, vivimos tan lejos, separados por tanta agua, pero tan cercanos, porque sentimos igual y la distancia no nos hace diferentes.
Estas cosas son las que nunca entenderán los políticos o gobernantes que solo se preocupan de crear clases, nacionalidades, fronteras, diferenciarnos y enfrentarnos. El problema es que nos dejamos manipular, engañar y seguimos las líneas que pintan en el suelo.
¡Lamarequelosparió! Boludos esféricos, asesinos de croquetas, ceniceros de moto… (*)
La gran verdad es que… ¡¡¡Somos hermanos!!!
Un abrazo, hermana vasca-argentina-africana-casiandaluza. 😉
(*) Estos maravillosos insultos están sacados de esta página: https://intriper.com/lectura/33-insultos-argentinos-nadie-insulta-mejor/.
Sería genial que hicieras una entrada con estos o los más usados o conocidos por vos. XD
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Buenos días, Jose.
A mi me parece lo mismo, que encontrar estas similitudes derriban fronteras y nos recuerdan que estamos mucho más cerca de lo que vemos en los mapas, o lo que nos cuentan. Si nos detuviéramos a hablar como lo hacemos nosotros a través de estos maravillosos blogs, tal vez entenderíamos que las distancias se hacen añicos. Y ¡me encanta descubrir personas que viven, sienten, aman y hasta hablan de forma tan parecida!, viviendo ¿tan lejos?
Aunque, en materia de insultos, creo que es cierto que un argentino lo resuelve muy lindo. ¡La imaginación al poder!
El artículo me hizo reír mucho. Hace rato que no los escuchaba. Siempre me ha gustado, y alguna vez he usado lo de «cenicero de moto». Pero, para mí, se usa muchísimo más el verbo de cagar, que la mierda en si. O sea: «¡Andá a cagar, cenicero de moto!». 🤣🤣🤣
Buena idea lo de hacer una entrada con insultos argentinos. Aunque, tendré que pedir ayuda a mis amigos de allí. Hace mucho que no salgo a las callecitas de Buenos Aires.
Gracias, como siempre, por tus comentarios.
¡¡Y festeja!! Que hoy aquí es Fiesta Vasca y me despertaron los ecos de txistu y tamboril. ¡Que tengas muy bonito día!
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