Viví una infancia muy muy feliz, aunque en aquel momento no me diera cuenta de todo lo que disfrutábamos. Y no se trata de las batallitas del abuelo. Esta canción de Germán Barceló reivindica la esencia de los tiempos de mi niñez y recuerda a quienes, pertenecientes a aquella generación, nos encontramos hoy con la difícil misión de ser padres, abuelos, tíos en este mundo actual en el que paradójicamente, estamos mas conectados que nunca y cada vez mas solos que nunca.
Me hizo vibrar las cuerdas de la nostalgia, me hizo emocionar, me hizo buscar el pañuelo y me hizo desear con todas mis fuerzas tener el maravilloso poder de transmitir esos intensos momentos de vitalidad y plena felicidad. Os acerco la letra y espero que la disfrutéis.
¡Ah, si tenéis un crío cerca, probad a jugar con él, una hora sin pantallas divirtiéndonos juntos a alguno de los viejos juegos! Si tú lo disfrutas, seguro que él también.
Vengo de un tiempo en el que los juegos Duraban lo que dura el sol Calle de tierra zanja y potrero Blanco y negro el televisor Cuatro canales, Pantera Rosa Y una cajita de cartón Donde guardábamos tierra y lombrices esa era la diversión Iba a la esquina de Doña Lina a comprar carne y carbón Para el asado de los domingos Carnavales con fuentón (Estribillo) Bombitas de agua, espuma y fogón Cabaña de caña, autitos, payana, rayuela y bolón Mancha venenosa, saltar el paredón Tardes de verano, recuerdos que guardo en mi corazón Vengo de un tiempo del pan y queso Para elegir al mejor Del kiosco de Emilio, la escarcha en invierno Del cole, tutuca y turrón La casa abierta de doña Norma Don Pablo, la parra, el olor A sopa caliente, las navidades Estrellita y rompe portón El campanazo en el recreo, “decile si gusta de mi” Un paseíto por la avenida con poco era feliz