Estar “perdido como turco en la neblina” no es lo mejor que le puede pasar a una persona, ya que es la demostración de que está totalmente desconcertado, confundido ante algo que no puede resolver por no conocerlo, por no verlo, por no saber. Demás está decir que seas turco o de cualquier nacionalidad, una neblina espesa no deja ver nada frente a tus ojos. Así ciegos, no se puede avanzar, ni siquiera intentar saber qué hay delante.
De acuerdo al diccionario, esta locución originaria de Argentina, es una frase coloquial que se refiere a una persona que está totalmente desorientada. Como cuando se encuentra en una situación que no sabe para dónde ir, que está perdida por no poder observar alternativas ni soluciones a algo o simplemente por no ver el camino que debe seguir.
Claramente esta frase alude a estar perdido como lo que sucede cuando hay una intensa niebla en un lugar y no se puede ver nada alrededor, lo que obliga a detenerse y a caminar o circular con suma precaución.
Lo que cabe preguntarse es por qué la elección de un turco y no de otra nacionalidad. Y aquí es donde hay que hacer historia.
Porque en realidad, con turco o específicamente “turca”, se está refiriendo a una palabra que pertenece a la jerga de los ladrones y rufianes dentro de la lengua española y cuyo significado es la borrachera que genera el vino puro. La “turca” fue el nombre que los españoles le dieron al “vino moro” o “vino turco” porque no estaba “bautizado” o contaminado con agua. De allí que a la borrachera se la termine llamando “turca”.
En tanto el agregado de la neblina es una picardía argentina. Es decir, que fue agregada al refrán cuando este llegó al Río de la Plata, en el sentido de exagerar un tanto la cuestión y poner un borracho en el medio de una neblina donde, encima de no ser consciente por el alcohol, no ve absolutamente nada por la niebla. De la neblina se comenzó a aplicar a cualquier circunstancia a pleno sol, y de borracho a una persona sobria que está perdida como si estuviera borracha y tapada por el banco neblinoso.
Pero hay otras versiones del origen de la expresión. Daniel Balmaceda, en su libro “Historias de letras, palabras y frases”, hace referencia a que la frase “Perdido como turco en la neblina”, era en realidad, “perdido como tuco en la neblina”. El “tuco” o “tucu” (voz quechua), es una luciérnaga que habita en el norte argentino. Tal vez, esta luciérnaga al ingresar en la niebla, pierde su luminosidad y con ella su orientación.
Cuando el dicho llegó a Córdoba, donde no se conocía el tuco, no se le encontró sentido y fue virando hasta que se llegó a cambiar la palabra tuco por turco y se inventaron historias de turcos que se perdían por los caminos si había niebla.
Don Arturo Jauretche, en su libro “Pantalones Cortos”, explica que “Los turcos solían salir al campo en sulky o carritos con su mercado persa ambulante y algunos recorrían a pie la campaña con un enorme atado sobre la espalda. Estos eran los que se perdían en los días brumosos y por lo que quedó el dicho: perdido como turco en la neblina”.
Turcos se les decía a sirios y libaneses y aún a los griegos. Todos entonces bajo el dominio de la Media Luna, el Imperio Otomano (turco), herederos del nomadismo árabe y del comercio de los fenicios, buscando refugio y paz ante las luchas por la independencia y los conflictos religiosos, habían llegado a la Argentina, diseminándose por todo el territorio.
El comercio era su actividad por excelencia. Ni los peores contratiempos los detenían en su obstinado afán de vender. Nada los paraba, ni siquiera la niebla. Mientras otros se resguardaban hasta que pasara, los vendedores ambulantes turcos seguían adelante.
Como la actividad comercial la debían realizar en zonas rurales, cuando esto ocurría, abandonaban sus carros o vehículos al costado del camino y a pie, cruzando tranqueras y alambrados, guiados por los ladridos de los perros, se dirigían a los caseríos y cascos de estancia. Su problema no era perderse en la niebla, su problema era no llegar a vender sus mercaderías.
Y ya que hablamos de este dicho, recordemos algunos sinónimos: andar como bola sin manija (Argentina), andar como perro en cancha de bochas (Argentina – Uruguay), andar confundido como perro en bote (Argentina), andar boleado (Argentina), andar como barco a la deriva/ al garete (Colombia), andar como trompo sin piola (Colombia), andar como maleta de loco (Argentina), andar sin norte (Uruguay), andar como perro sin dueño (México).
Y algunos ejemplos: “En la fiesta de su ex, se lo vio perdido como turco en la neblina”. Aquí se alude al sentido de la incomodidad y desubicación.
“Desde que lo dejaron a cargo del negocio, anda perdido como turco en la neblina”. Se refiere en este caso a alguien que no sabe cómo llevar adelante una empresa.
“Desarmó el motor para arreglarlo y ahora anda perdido como turco en la neblina, porque no sabe cómo va cada pieza”. Aquí se aplica a no saber hacer algo.






Muy interesante. Es fascinante cómo se van formando los dichos. Saludos.
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