Hier encore, j´avais vingt ans

La canción de un hombre, pequeño pero extraordinario, que reflexiona sobre su vida, recordando cómo ha desperdiciado sus años de juventud, y ahora que es mayor, suspirando de nostalgia, no puede hacer todo lo que había planeado.

Cuando tenía un poco menos de veinte años, Charles Aznavour y sus canciones, que me atrevía a cantar en francés, se hizo un lugar en mi discoteca. Buenos Aires era conocida y abarcable y aunque no éramos optimistas, sentíamos que había posibilidad de algo mejor que lo que vivíamos. Y estábamos dispuestos a encontrarlo o de inventárnoslo.

Al siglo XX le quedaban dos telediarios, y teníamos la necesidad de cambiarlo por uno nuevo, para poder construirnos algo propio, lo más sólido posible, porque ya intuíamos que en el mundo que venía, las cosas cambiarían rápidamente. Presentíamos la violencia y el cinismo y buscábamos refugio en la música, las películas y los libros.

En el escenario, Aznavour siempre cantaba esta canción con un pañuelo blanco en la mano, símbolo de la eterna e inocente juventud. Al final de su interpretación, dejaba caer el pañuelo, como símbolo de esa época pasada.

¿Que reste t´il de tout ce temps? Même pas les vingt ans. Ya no tengo veinte años. Tiempo de nostalgia, valoraciones y duelo por una inocencia perdida. Un estribillo conmovedor que resulta ser universal.

Hier encore, j'avais vingt ans, je caressais le temps
J'ai joué de la vie
Comme on joue de l'amour et je vivais la nuit
Sans compter sur mes jours qui fuyaient dans le temps
J'ai fait tant de projets qui sont restés en l'air
J'ai fondé tant d'espoirs qui se sont envolés
Que je reste perdu, ne sachant où aller
Les yeux cherchant le ciel, mais le cœur mis en terre

Hier encore, j'avais vingt ans, je gaspillais le temps
En croyant l'arrêter
Et pour le retenir, même le devancer
Je n'ai fait que courir et me suis essoufflé
Ignorant le passé, conjuguant au futur
Je précédais de moi toute conversation
Et donnais mon avis que je voulais le bon
Pour critiquer le monde avec désinvolture

Hier encore, j'avais vingt ans mais j'ai perdu mon temps
À faire des folies
Qui me laissent au fond rien de vraiment précis
Que quelques rides au front et la peur de l'ennui
Car mes amours sont mortes avant que d'exister
Mes amis sont partis et ne reviendront pas
Par ma faute j'ai fait le vide autour de moi
Et j'ai gâché ma vie et mes jeunes années
Du meilleur et du pire en jetant le meilleur
J'ai figé mes sourires et j'ai glacé mes pleurs
Où sont-ils à présent?
À présent. Mes vingt ans
“Hier encore”, tema de Charles Aznavour y Patrick Bruel
Ayer apenas, tenía veinte años
Acariciaba el tiempo y disfrutaba la vida,
como se disfruta el amor
Y vivía la noche,
sin pensar en mis días, que huían en el tiempo
Hice tantos proyectos que quedaron en nada
Fundé tantas esperanzas que se han esfumado
Que me he quedado perdido, sin saber dónde ir
Los ojos buscando el cielo, pero el corazón en tierra
Ayer apenas, tenía veinte años
Gastaba el tiempo creyendo pararlo
Y para retenerlo, incluso avanzarlo
Lo único que hice es correr hasta quedarme sin aliento
Ignorando el pasado, conjugando el futuro
El “yo” precedía cualquier conversación
Y daba mi opinión, que creía la correcta
Para criticar el mundo con soltura
Ayer apenas, tenía veinte años
Pero perdí mi tiempo haciendo locuras
Que no me han dejado en el fondo, nada verdaderamente específico
Salvo algunas arrugas en la frente y el miedo al hastío
Porque mis amores murieron antes de existir
Mis amigos se fueron y no volverán jamás
Por mi culpa hice el vacío a mi alrededor
Y desperdicié mi vida y mi juventud
De lo mejor y lo peor, desperdiciando lo mejor
Endurecí mis sonrisas y congelé mis lágrimas
¿Dónde están ahora
Ahora, mis veinte años?

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

4 comentarios sobre “Hier encore, j´avais vingt ans

  1. Buenos días, Marlen.
    Una interesante reflexión.
    Tengo las orejas de madera para el inglés, que llevo «estudiándolo» toa la vía, fíjate tú para el francés. Así que puede que haya escuchado la canción, pero como el que escucha tronar, sabe que va a llover, pero ná má. 😝
    Al mirar hacia atrás siempre nos asalta la nostalgia, sobre todo cuando avanzamos vertiginosamente. Pero tanto por lo que hicimos, como por lo que no; por los errores y por los aciertos; por los sueños cumplidos y los que dejamos pasar; por las pérdidas… Demasiados años condensados en unos instantes.
    De todas formas, no tiene por qué ser un pensamiento negativo. Si somos capaces de reflexionar y aprender de todo, saldremos de ello más fuertes y sabios. Aunque de tanto tropezar, tengamos más cicatrices que Espartaco. Que a veces el cuerpo te dice: «Si yo lo intento, chulo, pero es que no has salido de un boquete y ya te has metido en otro.»
    Tras mucha reflexión, cuando no sabes si te queda más por delante que por detrás, te das cuenta que hay que valorar y agradecer el presente.
    Y después de esta diarrea filosófica me voy a dar una duchita. No sea que determine que solo sé que no se nada y el que no nada se ahoga en la corriente. Me voy a tomar también la pastillita. 😅😂😝
    Abrashabeso, amiga. (No te lo digo en francés, que puede salir una barbariá)

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    1. Buenos días Jose.
      Sí, la traducción de la letra se hacía indispensable. Es que el inglés, más o menos, todo el mundo lo entiende. Pero el francés (y eso que los tenemos al lado) rien de rien. Y eso que suena tan bonito, y que es el idioma del amor (se supone), y que tiene una época, después de la guerra, con unas canciones maravillosas (¡es que me encanta la chanson française des 40!).
      En cuanto a la nostalgia, tienes razón, siempre nos asalta al mirar hacia atrás. Y también coincido contigo en que no tiene por qué ser negativo. Si lo usamos para reflexionar, puede ser un aprendizaje del cual sacamos provecho. Es parte de nuestra vida, no nacimos ayer. ¿Cómo podríamos borrar todo lo pasado?
      Personalmente, aunque estoy segura que lo que me queda por vivir es mucho menos que el tiempo ya vivido, no es recién ahora cuando valoro y agradezco el presente. Lo aprendí hace muchos, muchos años y forma parte de una filosofía de vida (o llámale como quieras) que me infundieron personas sabias que tuve el privilegio de conocer e incluso algunas, de convivir. Estoy segura de que este tipo de enseñanzas vitales tendríamos que saber compartir con niños y adolescentes, pero eso llevaría mucho tiempo y esfuerzo de padres, maestros, profesores y hay cosas más importantes que enseñar (sí, es ironía).
      ¡Ay, a mí también me toca la pastillita (esa no, la otra).
      Te dejo amigo con un gros câlin d’un midi bleu. 😄😍☺️

      Le gusta a 1 persona

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