Hablábamos en la entrada anterior del bertsolarismo y los bertsolaris vascos. Pues hoy voy a contarte la versión argentina de esta tradición: la payada y los payadores.
De acuerdo con algunos historiadores, el término payada es una derivación de la palabra payo, denominación usada para referirse a los campesinos en Castilla. Pero en el “Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana”, el filólogo Joan Coromines da una explicación más aceptada en la actualidad: PALLAR/PAYAR, americanismo, “Improvisar coplas en controversia con otro cantor”.
La payada es un estilo de canto poético en base a versos de ocho sílabas, que se organizan en cuartetas, sextillas y décimas y que, por lo general, se realiza de forma improvisada. Hay diversas formas de payar. Así cuando la improvisación se presenta en forma individual o paya, hablamos de un solo intérprete, en contrapunto cuando se retan dos payadores, o en rueda cuando varios cantores alternan sus improvisaciones.
Siempre al ritmo de una guitarra. O, mejor dicho, no siempre. En principio, los payadores eran presentados con pequeñas guitarras, llamadas así para simplificar, guitarritas que eran en realidad charangos, vihuelas o tiples. El charango tiene una caja sonora hecha con el caparazón del quirquincho, animal superviviente de antiguas especies autóctonas americanas. Fue posteriormente que se difundió el uso de la guitarra española entre los payadores. El testimonio de un viajero, allí por 1772 describe a los improvisadores de la provincia de Tucumán, «que al son de la mal encordada y destemplada guitarrilla cantan y se echan unos a otros sus coplas, que más parecen pullas».



Los temas principales que se trataban en las payadas eran la muerte, el amor, la vida cotidiana y las faenas del campo. Y, como todo cambia, los improvisadores de hoy no frecuentan tanto el tema de los amores, aunque sí las bromas, algunas de estas de fuerte contendido de denuncia social. El payador uruguayo Abel Soria en una paya titulada «Lindo oficio el de cantor», narra sus aventuras y desventuras: «La industria no crece nada/ no hay cosechas abundantes/ y asigún los comerciantes/ la bocha viene cuadrada/ Pal´ que no está en la pomada/ cantar es un buen oficio,/ pues todo tiempo es propicio/ y hay fiestas continuamente,/ pero, desgraciadamente,/ todas son a beneficio». (1)
Trovadores criollos, cantores populares, improvisadores de reclamos y denuncias sociales de “los de abajo”. ¿Qué argentino no recuerda el famoso contrapunto entre el Moreno y Fierro en “La Vuelta de Martín Fierro” de José Hernández?: “A un cantor lo llaman bueno/Cuando es mejor que los piores/Y sin ser de los mejores,/encontrándose dos juntos,/ es deber de los cantores/el cantar de contrapunto”.
La payada forma parte de la cultura musical en buena parte de Sudamérica. Argentina es el país donde más se conoce, pero también es una tradición en Uruguay, el sur de Brasil y parte de Chile y Paraguay.
El 23 de julio se celebra el Día Nacional del Payador en Argentina, fecha que se conmemoró por primera vez en 1996. Vale la pena destacar que, esta efeméride surgió luego de una payada entre un argentino y un uruguayo. En 1884, dos representantes del género celebraron una payada en la ciudad uruguaya de Paysandú. Se trataba del uruguayo Juan Nava y el argentino Gabino Ezeiza. Gabino era conocido como “El Negro” Ezeiza. Había nacido en el barrio porteño de San Telmo el 3 de febrero de 1858, y vivió en Floresta hasta el día de su muerte, el 12 de octubre de 1916. El cantante y compositor fue uno de los precursores de este género. Empezó a darle cuerpo a la payada para luego profesionalizarla e introducir el contrapunto (la payada a dúo o duelo cantado). Así obtuvo la popularidad, además de ser autor de más de quinientas composiciones. Todos los 23 de julio se reúnen decenas de payadores en el monumento ubicado en la localidad de Tres Arroyos para celebrar su día.

En Argentina, la payada es considerada parte importante de la cultura nacional, por lo que se realizan eventos de contrapunto e inclusive competencias entre payadores y raperos. El género del rap y el hip hop, muy populares en la actualidad, especialmente entre la juventud, aunque tienen un estilo musical diferente, poseen la esencia de las rimas y las improvisaciones que caracterizan a la payada.
Hoy como ayer, el arte de la improvisación cautiva y sorprende por su espontaneidad, su relación con el pasado y el presente inmediato, y su comunicación directa con el público.
(1) Asigún: según / La bocha viene cuadrada: En el deporte de las bochas, la bola es redonda. Si fuera cuadrada no rodaría / Pal´ que no está en la pomada: Para el que no conoce sobre el asunto
Encantador combate el de Mastropiero que de milagro no respondió «El tomate» Un saludo.
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Buenas noches Carlos.
Sí, 🤣😂🤣 era lo único que le faltaba. Un poco de humor de la mano de estos genios.
Un saludo también para ti.
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