El bertsolari: cultura, identidad y tradición vasca

Si veis la foto que inicia esta entrada, pensaréis que es el concierto de algún cantante de moda. Pues no, es la final del Campeonato de Bertsolaris en el Pabellón Navarra Arena de Pamplona, el 18/12/2022. Alrededor de 13.500 personas abarrotaron el pabellón Navarra Arena de Pamplona durante ocho horas, coincidiendo en parte con el partido de fútbol Argentina-Francia de Qatar, para seguir la final en la que se decantaría qué bertsolari se convertiría en el o la ganadora del campeonato. Lo cierto es que las entradas se agotaron varios meses antes y en cuestión de horas, de manera que se podía haber llenado un recinto mucho mayor, pese a tratarse de un evento televisado en su integridad por la televisión pública vasca, ETB.

La final terminó con la victoria de Maialen Lujanbio nacida en Hernani, en 1976, que se ponía su tercera txapela, en reñida pugna con Amets Arzallus nacido en San Juan de Luz, en 1983, y por delante de los otros seis finalistas, de entre 22 y 47 años, que se habían clasificado durante las eliminatorias previas. La sensación, no obstante, era que el propio bertsolarismo, era el que salía fortalecido de la jornada.

Alaia Martín y Aitor Mendiluze en la final del Campeonato de Bertsolaris

Y vosotros me preguntaréis: Pero ¿qué es un bertsolari? El bertsolari improvisa versos cantados, debiendo respetar siempre tanto la melodía como la rima, así como el tema prefijado. La tradición de los bertsolaris es antigua y remonta a la época de los árabes. Del siglo XIV existen canciones que evocan las guerras, o querellas familiares, o también la muerte de un jefe, la victoria sobre el enemigo, etc. Esta tradición cuenta en Euskalherria con gran arraigo y popularidad, especialmente en determinados lugares y situaciones: sidrerías, fiestas populares, bodas… La fama de los grandes bertsolaris supera entre los vascos a la de los artistas de otros ámbitos. Los nombres de los más afamados permanecen en la memoria de la gente. A comienzos del siglo XX comenzaron a organizarse los campeonatos de bertsolarismo y a finales de este mismo siglo, se crearon las escuelas de bertsolaris.

El bertsolari se presenta vestido como un día normal. Su presencia en el escenario carece de efectos especiales. Manos a la espalda o en los bolsillos, el gesto no acompaña, salvo raras excepciones, a la palabra. En el pasado, casi todos los improvisadores vascos tenían orígenes modestos, provenían del medio rural. De ahí, que muy a menudo, tomaran como seudónimo el nombre de su caserío de origen o el de su pueblo natal: Juan Francisco Petriarena llamado «Xenpelar» era de la casa de «Xenpelarre» de Rentería, Fernando Aire Etxart llamado «Xalbador» de «Xalbadorrenea» de Urepel, Fernando Bengoetxea llamado Pernando Amezketarra era del pueblo de Amezketa en Guipúzcoa.

Los bertsolaris Txapel y Zepai, 1933 en Elgoibar

Bares y restaurantes eran sus lugares privilegiados para “echar sus versos”. Después de beber, divertían al público. En la época en que periódicos, radio y televisión no existían, el bertsolari era un personaje emblemático. Se inspiraba de todos los temas de la sociedad que comentaba con libertad.

Aunque como en otros tiempos, sea analfabeto o con escasos estudios, el bertsolari demuestra tener un espíritu vivo y reactivo, confianza en sí mismo y una memoria prodigiosa para no repetir palabras y, sobre todo, para encontrar las rimas. Cuando se tiene la suerte de estar junto a bertsolaris o bien si se asiste a una de sus competiciones, lo que más sorprende es la rapidez mental con la que improvisan. Hay que saber que no conocen el tema con antelación. Hacer los versos y cantar, a la vez que se respeta el ritmo y las rimas, es un ejercicio apasionante.

Maindi Murua, Mixel Xalbador – Campeonato de Bertsolarismo de Iparralde 2010, Sara

Jon Abril, presidente de la “Fundación Elhuyar”, dedicada al impulso de la ciencia, la tecnología y el euskera, nos comenta: “El bertsolarismo en sí lo podemos definir como un canto improvisado que se realiza recitando versos que responden a un tema propuesto. El bertsolari y el público son las dos partes indispensables para que exista, aunque a partir de ahí puede haber también jurado, cuando se trata de campeonatos, o personas encargadas de proponer temas y dinamizar las sesiones. En todo caso, me parece que existe una dimensión más compleja a la hora de explicar el fenómeno. Tiene que ver con la cultura, la identidad y la tradición vasca. Es una forma de expresión de gran tradición que, sin embargo, ha ido evolucionando, ha sabido adaptarse y en cada momento se ha transmitido de una forma diferente… Se habla de cuestiones de carácter social, ya sea actualmente de los problemas de las personas migrantes, los debates en el ámbito del feminismo o, por poner un ejemplo que se vio en la final, se puede llegar a pedir a los bertsolaris que se pongan en el papel de una persona trans. Eso ha servido para conectar con las generaciones más jóvenes, pero sin espantar a los más mayores.”

Otro de los grandes cambios que ha vivido esta expresión cultural tiene que ver con el creciente peso de la mujer en la sociedad. Un ámbito que era tradicionalmente para hombres, ha ido cambiando. La entrada de las mujeres en las escuelas de bertsolarismo o la importancia de bertsolaris como Maialen Lujanbio Zugasti han permitido que haya primado la capacidad de adaptación y se haya producido ese cambio.

Maialen Lujambio Zugasti con la txapela de campeona

¿Cómo es posible que una manifestación cultural tradicional y poética de este cariz no sólo no decaiga en un mundo tan globalizado, hipermoderno y tecnologizado, sino que viva un auge? Es sencillo explicar qué es un bertsolari y cuál es su desempeño, aunque resulta más complicado escudriñar cuáles son los elementos que se condensan detrás del éxito y las pasiones que acompañan a esta expresión cultural en euskera. Un estudioso de las manifestaciones relacionadas con la oralidad lo consideró un fenómeno único, no tanto por el tipo de improvisación oral, con equivalentes en todo el mundo y que tienen, como en el caso vasco, una tradición de siglos, sino por la relevancia sociocultural que adquiere en el ámbito vasco, su capacidad de adecuación a cada momento histórico y su poder de fortalecimiento, atrayendo a nuevas generaciones y logrando un gran eco social.

Su futuro será prometedor si es capaz de emocionar y conectar con la sociedad y, especialmente, con las generaciones más jóvenes, tal y como ha hecho en los últimos años.

El bertsolari Xalbador en la final del Campeonato de 1967

Versos que, en recuerdo de su muerte, se le cantaron al famoso Xalbador.
Maialen Lujanbio en partido de la Real, en Anoeta
What is bertsolaritza?

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

4 comentarios sobre “El bertsolari: cultura, identidad y tradición vasca

  1. Buenos días, Marlen.
    Para que puedas apreciar mi ilustre ignorancia, iba a comenzar este comentario diciendo que hace tiempo que no veo un partido de bertsolari; desde que lo televisaban por la tele nacional. ¡Un partido! Menos mal que eres sabida de estos despistes y explicas, convenientemente, en seguida, qué es un bertsolari. (Sí, lo confundí con los pelotaris; no sé si se hacen llamar así).
    Como decimos en mi «pueblo» me aplico el «cosqui y la pringá».
    Así que, resulta que nos hablas de los «raperos» vascos (por lo de improvisar y demás). Encima, tienen más años que el barbas navideño. ¡Siglo XIV! ¿Quién copió a quién? Un grandísimo punto para los nuestros.
    La foto «Los bertsolaris Txapel y Zepai, 1933 en Elgoibar» tiene tol arte del mundo. Me recuerda mucho a nuestros «romanceros» carnavaleros. Ellos ahí acodados en sus sillas y la gente expectante a sus cantos.
    Me encanta la cultura, el folklore y las tradiciones vascas, pero, todavía me gusta mucho más, cómo mimáis y mantenéis vuestras cosas. Tenemos mucho que aprender de ese amor por lo tradicional.
    Gracias, de nuevo, por ilustrarnos y formarnos con tu maravillosa y bella cultura, Trujaman.
    Lagun bat besarkada (lo digo sin cantar para que no me lluevan los cates 😉 )

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    1. ¡¡¡Ja Ja Ja Ja!!! Buenos días Jose. Empiezo el día riendo y es gracias a ti. ¡¡Un partido de bertsolaris!! ¡Ja Ja! Perdona, pero a veces las palabras se te hacen tan comunes que no te das cuenta que no lo son para los demás. Por eso suelo tener cuidado en explicar las cosas, pero me tomaste desprevenida. Y me imaginaba a los pelotaris en ese ambiente y Ja Ja Ja. Cuando vengas, iremos a ver un partido de pelota en el frontón de Hernani, que es el que me gusta. Y si hay de cesta-punta, mejor. Apunte: Tengo que hacer una entrada sobre ellos.
      Y ¡vaya! me hablas de los raperos. Pues justamente ayer estaba revisando mi entrada de hoy, porque la de ayer y la de ahora están relacionadas entre sí. Bertsolaris/ Payadores/Raperos. Un mundo en común. Un mundo que uno pensaría va desapareciendo y dejando lugar a otro. ¡Pero no! Todo tiene cabida, todo puede mezclarse y pervivir. ¡Genial!
      Cuando escribía esto, me acordaba de todo lo que, gracias a ti, había estado viendo y disfrutando del carnaval gaditano. Tú hablas de «Los romanceros carnavaleros» y pienso en la capacidad que tiene el ser humano de transmitir oralmente tanto cuentos y leyendas, como el presente más rabioso. Una especie de prensa oral, con repercusiones inmediatas por parte de ese público que escucha atento, ríe, aplaude, abuchea, reacciona. El mundo es muy pequeño y aunque creemos que somos muy diferentes, aunque algunos se empeñan en resaltar lo distinto, estamos todos muy juntos en este mismo maravilloso planeta.
      Dilo cantando, que desde aquí te escucho: Oso besarkada bero bat lagun min batentzat.

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  2. Gracias por recordar la existencia de la lucha de versos, un acto que hasta hace poco tiempo se producía también en otras regiones españolas. En particular considero un orgullo que en el País Vasco se conserve el único idioma genuinamente europeo y.una cultura que ha estado en franco retroceso durante siglos debido a una ignorante estrategia política. Un abrazo.

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    1. Hola Carlos.
      Sí, es una pena que se pierdan costumbres tan hermosas. Por suerte, aquí el bertsolarismo está cada vez más arraigado. Ya ves ¡cómo estaba de lleno el Pabellón Navarra Arena de Pamplona! Una de las razones de que se mantenga tan vigente, es la creación de las escuelas de bertsolarismo que entusiasman a los chavales y la otra es la aceptación de las mujeres en un ámbito que era tradicionalmente para hombres.
      En cuanto al euskera, es un orgullo que, a pesar de la política y los políticos, se mantenga tan firme nuestro idioma. Que cada vez se hable más entre la juventud y que se haya conseguido la convivencia con el castellano sin problemas. ¡Todo un logro!
      Gracias por tu comentario. Un abrazo para ti también.

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