El diminuto tren de motor de explosión que lleva de Irún a Elizondo, se construyó sobre un pequeño ferrocarril minero de menos de 1 metro de ancho de vía, que unía Irún con Endarlaza, en la zona minera de Peñas de Aia.
Hoy vuelve con un grupo grande de muchachas del Baztan que han estado en San Sebastián o en Hendaye haciendo sus compras. Si se les pregunta de dónde son, unas dirán que de Lesaka, otras de Mugaire, Elizondo o Arrayoz. Y las que son de Bozate dirán que son de Arizkun. No mienten, porque Bozate es un barrio de Arizkun. Pero si no nombran a Bozate es porque, a pesar de su juventud, tienen motivos antiguos para no ser más explícitas.
Entre ellas destaca una muchacha de nombre que delata su origen. Supongo que es de familia de herejes. Ruth es una joven bellísima, alta, rubia, de ojos azules. Parece mentira que sea nieta de leprosos. Su abuelo, a quien voy a visitar por primera vez, tiene una larga historia que contar. Y quiero conocer a la familia de quien, un día, será mi mujer. Aunque ella aún no lo sepa y mis padres estén furiosos por la elegida.
Llegamos a Arizkun y voy con Ruth a tomar pensión para quedarme aquí esta semana. En el camino tenemos un incidente. ¡Ruth, la moabita! le gritan unos chiquillos del pueblo. Ella se da vuelta y les amenaza con hablar con sus madres. Pero la alegría que traíamos se ha perdido.
Reconozco mi ignorancia. Ruth me explica que los moabitas eran un pueblo que vivía al este del mar Muerto, en la actual Jordania. Eran politeístas y según la Biblia, inducían a los hebreos a unirse a su culto a Quemos, su principal dios. Cuando le pregunto el porqué del insulto, responde que ya hablaremos más tarde.
Me quedo instalado en la pensión y a la tarde paso por la iglesia de San Juan Bautista antes de ir a visitarlos. La misma iglesia donde los agotes entraban por una puerta diferente y se sentaban en los últimos bancos. Les estaba prohibido acercarse al altar. Era el cura quien se acercaba a darles la paz (negada durante siglos).
Encuentro una familia agradable, aunque muy callados y allí, tomando un café con leche en la cocina, empiezo a entender el calvario de los parias de la región. La historia de la que no se habla. Yo quería conocer esa historia jalonada de prejuicios y maledicencias que aún persisten en la conciencia heredada de víctimas y victimarios. Ruth me había explicado que su abuelo era uno de los pocos que podía contarme algo de su gente.
El origen de los agotes, a ciencia cierta, no se conoce, cuenta Martín. En Francia nos llamaban “cagots” y se supone que eran musulmanes que se habían quedado en la zona y se les perdonaba la vida a cambio de convertirse al cristianismo. Otra teoría considera que éramos seguidores de la herejía albigense. Los propios agotes mandaron una carta al Papa León X considerándose albigenses. Y hay estudiosos que nos asocian con la lepra. En la Edad Media, la lepra era muy temida y al salir de la leprosería y volver al pueblo, se los excluía.
Lo cierto es que “¡Iros más allá del río! fue el grito de malvenida que dieron los de Arizcun a nuestros antecesores cuando llegaron sucios, malolientes, débiles, con los pies sangrantes. Se les prohibió mezclarse con los vecinos y salir a la calle sin un trapo rojo y una campanilla para advertir de su presencia. Las invenciones populares les conferían características derivadas de su trato con el diablo: orejas grandes, sin lóbulos, cubiertas de pelos, olor nauseabundo y la pata de palo que tenían marcada bajo la axila izquierda.
Decían que transmitíamos grandes males por el contacto con la piel, por lo que, aparte de tener prohibida posesión de tierra y ganado, uso de lavaderos y cotos de caza y pesca comunales, teníamos prohibido andar descalzos. Donde pisábamos no volvía a crecer la hierba. En 1655 podíamos ingresar al ejército, pero no ocupar cargos. Se exigía “no ser descendiente de moro, judío, mulato o agote”.
Yo hubiera querido estudiar, pero no me dejaron. Mi padre, mis tíos eran excelentes artesanos, canteros y carpinteros. La gente del pueblo decía, entre muchos decires, que nuestra habilidad con la madera nos venía de familia, pues fuimos quienes construimos la cruz con la que Cristo fue crucificado y de allí nuestra condición de malditos.
Aunque era lógica nuestra dedicación a la carpintería. Era uno de los escasos oficios que se nos permitían, al ser la madera mala conductora de las supuestas enfermedades que nos atribuían. Incluso, cuando en la iglesia se empezó a darnos la paz, se hacía con un bastón para no acercarse. Hasta se decía que teníamos la pantorrilla torcida y que, por nuestros tratos con el demonio, nacíamos con cola. ¡Si me habré peleado en la plaza con otros chiquillos!
A pesar de protectores como los señores de Ursúa, Goyeneche, Soulé, los agotes recurríamos a autoridades reales y eclesiásticas, quienes establecían leyes que ni el pueblo, ni la iglesia cumplían.
El padre de Ruth, que había permanecido callado, interviene.
.- Aita, nahikoa lehengo gauzak errepikatuz. Ardiak sartu behar ditugu. (Padre, basta de repetir las mismas cosas de siempre. Tenemos que entrar las ovejas).
Desde el hayedo, se escuchan los balidos.
EL TINTERO DE ORO (OCTUBRE 2023) El Tintero de Oro nos propone el Concurso de relatos Ed. XXXVIII Matar un ruiseñor de Harper Lee Una vez conocido un poco más de la autora y de la obra, participamos con un relato donde el tema sea una historia relacionada con algún tipo de injusticia social. La extensión no podrá superar las 900 palabras. Si queréis leer el resto de los escritos presentados:
https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2023/10/concurso-de-relatos-xxxviii-ed-matar-un.html
Muchas gracias, Marlen, por participar con este relato en el homenaje a Harper Lee. Mucha suerte.
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Gracias a ti, Marta, por organizar estos retos que nos impulsan a movernos un poco mentalmente y a reflexionar sobre los temas que proponéis.
Un abrazo.
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Hola, Marlen, una historia que da para reflexionar sobre el comportamiento del ser humano sobre orígenes diferentes. Algo que de por sí enriquece a un pueblo; con la religión hemos topado, para sembrar las vidas de sangre, sudor y lágrimas. Muy bien documentada y estupendamente narrada. Tanto, que te deja con ganas de más.
Felicidades y suerte en el concurso.
Un abrazo.
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Hola María Pilar.
El comportamiento del ser humano hacia los diferentes, extranjeros o simplemente diferentes, ha sido en todos los tiempos de confrontación. Pero cuando a la hoguera le hechas el fuego de la religión o la política, es muy difícil no llegar al menosprecio, o a la lucha.
Me alegro que te haya gustado el micro y sobre todo, me alegro que te hayas quedado con ganas de conocer más. ¡Qué privilegio!
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Muy interesante tu relato, Marlen! Me ha encantado! La religión siempre ha sido un tema peliagudo para que las comunidades diferentes se puedan entender y convivir en paz! Aun perdura en nuestros tiempos y parece un problema eterno! Siempre ha sido la excusa perfecta y preferida para la confrontación! Un abrazote!
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Hola Marifelita.
Sí, la religión ha sido una de las causas más importantes de guerras y conflictos, a través de la historia. Y lo peor es que dejan secuelas que marcan diferencias por mucho tiempo.
Gracias por tu comentario. Un abrazo grande.
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Es muy interesante tu relato, me ha gustado mucho y ha sido un placer leerlo, las antiguas creencias, la religión, la ignorancia, todo conduce a la discriminación.
Saludos.
PATRICIA F.
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Hola Patricia.
Sí, lamentablemente, las creencias, la religión han sido desde siempre motivo de guerras y conflictos. Y los conflictos traen discriminación, para unos o los otros.
Gracias por entrar y comentar. Saludos. Marlen.
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Hola Marlem, me encantó tu relato y la frase: donde pisaban no crecía la hierba… Muy fuerte, una época de miseria y falsas creencias… la religión casi siempre medio de disputas puede llegar a hacer estragos. Un abrazo
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Hola Nuria.
Es una frase contundente. Sobre todo en una época en la que se dependía exclusivamente de la agricultura y el pastoreo para vivir. Así que si algo o alguien estropeaba el modo de subsistencia, lo siguiente era el hambre y la muerte. Y cualquier creencia aprovechaba esos miedos.
Gracias por comentar. Un abrazo para ti también. Marlen
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Muy buen relato sobre la injusticia, en este caso legendaria. Enhorabuena.
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Hola Guille.
Me alegro que te haya gustado. Gracias por pasarte y poner tu comentario.
Saludos. Marlen.
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Kaixo Marlen, es un placer leerte y contar una historia tan antigua y a la vez ta moderna. Con una cotidianidad mezclada con la magia y el no saber que se pierde en los tiempos. Quizá alguna vez sepamos quienes fueron en realidad. Muxu haundi.
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Kaixo Ainhoa.
Parece increíble que se pierda tan fácilmente el rastro de toda una comunidad y de todas las discriminaciones que tuvieron que soportar al menos desde el siglo XII.
En los archivos eclesiásticos de Arizkun y Elizondo existe documentación que muestra cómo la iglesia dispensaba de las llamas del infierno a las almas de los agotes a cambio de importantes sumas de dinero. La mayoría de estos registros hacen referencia a los agotes en sus actas de bautismo, matrimoniales y de defunción, donde la palabra «agote» aparecía después del nombre.
Y hace unos años, en una novela de Toti Martínez de Lezea, del 2010: «El jardín de la oca» que trata del Camino de Santiago, uno de sus personajes es un agote.
Pero es poco lo que se conoce, ¿tal vez por interés en que no se conozcan? ¡Quién sabe!
Besarkada haundi bat. Marlen.
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Desde luego, la religión y sus creyentes han causado daños irreparables.
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¡Sin duda! Y a esta altura de la historia, es muy poco lo que se sabe del tema. Lo poco que se puede averiguar es copia de copia, de gente a quien le gusta enterarse de la versión real de los hechos. A mí me encanta sacarlos a la luz y sembrar en otros las ganas de descubrir trozos escondidos de la historia.
Gracias por tu comentario. Un abrazo. Marlen.
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Desde luego hay épocas históricas que parece increíble que tuvieran esas creencias tan absurdas. Me ha gustado mucho la historia, Marlen. Un abrazo.
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Hola Mayte.
Sí, parece increíble. Y no hace tanto tiempo. Unos 90 años.
Me alegro que te haya gustado. Gracias por comentar.
Un abrazo. Marlen.
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Hola Marlen. Un relato histórico muy interesante y muy bien escrito. ¡Cuánto daño han hecho la superchería y las supersticiones a lo largo de la historia! Enhorabuena y suerte en el concurso.
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Hola Enrique.
Muchas gracias por el comentario. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
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Hola Marlen. Es habitual en tus cuentos encontrar referencias históricas a sucesos y circunstancias poco conocidas fuera de ciertos círculos, y se agradece pues como amante de la historia (supongo que tú también lo eres) me gusta aprender estas cosas. Además el sustrato histórico siempre le da un plus a cualquier relato. Desconocía la historia de los agotes, cuyos descendientes supongo que seguirán tal vez malditos aún hoy en día. Me han gustado además las fotos, que tanto me recuerdan a las aldeas gallegas que conocí de niño y que con el paso del tiempo van cayendo en el olvido y la ruina, cuando no perdiendo su esencia. Un abrazo.
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Hola Jorge.
¡Muchísimas gracias por tus palabras! Sí, soy amante de la historia, aunque detestaba la historia en la escuela. Porque aprender fechas de memoria nunca fue lo mío. Me gusta aprender entendiendo, metiéndome en la vida de la gente, ubicándolos en tiempo y lugar. Por eso ahora me desquito contando la historia a mi manera y desempolvando episodios o grupos de gente como los agotes. A veces pienso que si se usaran los cuentos y las imágenes para estudiar, habría menos fanáticos.
En cuanto a los agotes, ya no se habla de ellos, aunque algunos lleven como apellido «Agote» y ni siquiera conozcan el porqué. Las fotos las saqué de un periódico de 1935. Internet da para todo.
Me alegro que te haya gustado el relato. Un abrazo.
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Una aportación de lo más interesante y original, Marlen.
Un abrazo.
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Hola Estela.
¡Qué bien que te gustó el relato! Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
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¡Hola Marlen! Interesante relato sobre una parte de la historia que no conocía y de la que, gracias a tu aportación en este reto, dan ganas de indagar más. En la sociedad siempre ha habido minorías a las que se ha excluido o apartado por el miedo a lo diferente, por desconocimiento o por temor a algún tipo de enfermedad.
Muy acertado tu relato.
Un saludo y que tengas suerte.
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Hola Rocío.
Sí, se olvidan pronto las injusticias cuando el grupo que sufre es pequeño y no tiene poder. ¡Qué poco nos preocupamos de mirar a nuestro lado, sobre todo cuando no nos conviene. Y así va creciendo el grupo de los excluídos. Me alegro que, a través de este relato, hayas descubierto a los agotes y su injusta historia.
Gracias por acercarte y por tu comentario. Un abrazo.
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que fuerte todo lo wue cuentas. He visto los comentarios y corroborado que es algo histórico.
Lo más sorprendente son los detalles, dar la comunión con un palo largo, obligación de pañuelo rojo. atribuir todos los males de los cuales el peor la lepra ( psra qué andarse con chiquitas)
Las burradas de los prejuicios Don inagotables.
Me e traña que ña leyenda diga que venían de moab, un sitio tan lejano, orquesta para conservar ese recuerdo a través de generaciones , hace falta una fuerte tradición oral y parece que se ha perdido todo. Y co crear un sitio y una religión tan co creta y tan lejana no parece que se lo inventaron.
muy buena y muy adecuada historia.
abrazo t y suerte
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Hola Gabiliante.
Sí, es un hecho histórico y poco conocido. Tal vez a alguien o a alguna institución no le interesaba que se conociera y se fue perdiendo en la niebla del tiempo.
He querido reflejar esos detalles (reales, no es un invento para el relato) que dan una idea de cómo debían vivir esta gente. El insulto de «moabita» también real, se debía a un párrafo de la Biblia. ¿Cuál fue el pecado de los moabitas? «Por haber menospreciado mi ley y por no cumplir con mis ordenanzas; por haber seguido a falsos ídolos, tras los cuales se descarriaron sus padres, le prenderé fuego a Judá, y este consumirá los palacios de Jerusalén… Palabra del Señor.» La religión era muy importante en aquellos tiempos, la Biblia era palabra sagrada y eran los curas quienes leían en la misa, influyendo en la vida de toda la población, eligiendo el blanco de sus diatribas.
Gracias por tu comentario. Me alegro que te haya interesado. Un abrazo.
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Hola, Marlen.
Relato del que a parte de deleitarnos con su lectura, se aprenden cosas muy interesantes.
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Hola Noelia.
Gracias por pasarte y por tu comentario. Un saludos.
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Muy buen relato Marlen, gran aportación al reto. Suerte.
Saludos.
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Hola Antonio.
Gracias por pasarte y por comentar.
Un abrazo.
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Hola Marlen un relato interesante donde tus protagonistas están dispuestos a todo por luchar contra las injusticias que sufren .
Un abrazo
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Hola Puri.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
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Hola Marlen, muy bien relato, cuántas injusticias se han cometido en nombre de la religión, o de un dios cualquiera y las que se siguen cometiendo…
Un abrazo. 😊
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Sí Merche, la religión y las creencias políticas han generado, a lo largo del tiempo, las peores injusticias y violencias. Y en el siglo XXI seguimos igual.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Hola, Marlen. Un relato bien documentado apoyado en sucesos historicos. He aprendido muchas cosas leyendote. Las fotografias muy buenas también. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo!!
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Hola Pedro.
Me alegro que te hayan gustado las fotografías y el relato y me alegro más que a través de él hayas descubierto unos hechos históricos poco conocidos.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Hola, Marlen. Y lo más terrible y espeluznante es que aún hoy se den este tipo de injusticias, originadas por cultos despiadados para incultos que no buscan la verdad y solo desean el dolor del prójimo.
Un trabajo muy buen documentado y mejor barrado. Felicidades.
Bruno.
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Hola Bruno.
Sí, es realmente increíble que el ser humano no aprenda y siga creando injusticias y violencia a causa de la religión y la política. En pleno siglo XXI seguimos igual deseando, como tú bien dices, el dolor del prójimo. ¡Qué tristeza!
Muchas gracias por pasar y por tus palabras.
Un abrazo. Marlen.
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Hola, Marlen, la religión y la superstición siempre han dado ( y dan) lugar a grandes injusticias. Me ha gustado mucho tu relato porque das a conocer un hecho histórico y lo narras de forma amena e interesante. Además con unas fotos estupendas!! Enhorabuena, un abrazo grande!!
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Hola Lola.
Creencias, supersticiones, religiones han generado y siguen generando grandes injusticias y mucho dolor, antes y ahora.
Me alegra que te haya gustado el micro y las fotos. Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo grande para ti también. Marlen.
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Me gusta leer tus relatos porque siempre me llevas a un lugar en el que aprendo. Ambientas las historias y las transmites con destreza, me metes en el cuento desde el inicio y me dejas una buena sensación cuando se termina.
Un relato estupendo, Marlen.
Un saludo.
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Hola Carmen.
Muchas gracias por tus palabras. Leer esto de un relato que he escrito me llena de alegría y me da fuerzas para seguir escribiendo. Me encanta que me digas que logras meterte en el cuento y que te deja con una buena sensación. Pero lo que más me gusta es que sientas que has aprendido algo con la lectura. Es uno de los piropos más bonitos que me han dicho.
Un abrazo. Marlen.
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Hola, excelente relato en el que nos traes una vergonzosa realidad histórica en la que nos recuerdas las formas en que el hombre agrede al hombre y las inverosímiles razones que inventa para justificarlas… Me ha gustado mucho. ¡Saludos!
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Sí, tienes razón, es una vergonzosa realidad histórica de las tantas que el ser humano ha cometido y sigue cometiendo, una de las tantas maneras en las que las personas dañan a sus semejantes con excusas increíbles. Lo peor es que esas excusas suelen ser validadas, cuando no ensalzadas por las religiones.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo. Marlen.
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Hola, Marlen, vaya relato con tanta solera, como decimos por aquí. No es un simple relato, sino que tiene una enseñanza por contar o por advertir a la par que muestra cómo la vida puede llegar a ser muy cruda si va cogida de la mano de la ignorancia junto con ideales y religiones. Lo he disfrutado mucho, compañera, un trabajo prodigiosos.
Un abrazo y mucha suerte
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Hola Pepe.
Muchísimas gracias por tus palabras. Es un placer recibir un comentario así.
Siempre me llama la atención cómo la ignorancia, los prejuicios, sobre todo si son exacerbados por creencias, religiones y por la voz supuestamente de los que saben, pueden amargar y llegar a destruir la vida de otros seres humanos. ¿Cómo aún, con todo lo que ha vivido la raza humana, no ha aprendido a evitar algo tan elemental? Y te lo digo en estos días en los que una nueva guerra ¡otra más! aniquila vidas de grandes y pequeños sin piedad.
«…ni un gramo de ayuda humanitaria.» Lo dice un ministro de uno de los países en guerra.
Si por un instante, nosotros, insignificantes cuentacuentos, logramos que una sola persona reflexione, me doy por «bien pagá».
Me alegro que lo hayas disfrutado.
Un abrazo grande. Marlen.
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Hola, Marlen. Vaya relato que de historia romántica pasa a ser, literalmente, histórico. Lo de discriminar y hacer escarnio son tradiciones que, por desgracia, siguen vivas como la mala gente que las inculca; luego ellos son los buenos y misericordiosos de misa diaria.
Ahora que nos has puesto tan bien en antecedentes me creo que pueda haber continuación
Saludos y suerte.
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Hola JM.
Gracias por pasarte por aquí y comentar.
Si estás pensando en esperar la continuación del cuento, te aconsejo que lo esperes sentado. 🤣😂🤣 Tengo tantos frentes abiertos, que como decía la canción que cantaban Los Panchos: Pasarán más de 1000 años, muchos más…
Un abrazo JM. Marlen.
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Voy a ser algo malandrín (bellaco), Marlen, y alegrarme de esos mil frentes abiertos que tú tienes abiertos (yo igual tengo 1001), para no sentirme el único con las tareas sin acabar, a medio hacer o escondidas debajo de una pila. 😂😂
Saludos 🖐️
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¡Villano archipámpano! El Capitán Haddock me da letra. 🤣😂🤣😂🤣
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Hola, Marlén.
Una crónica histórica superinteresante. Da pie para escribir una novela.
Piénsatelo. Seguro que podrás con este desafío. Un viaje entre pasado y presente: muerte, intrigas, lucha, amor y supervivencia.
Un abrazo y suerte en el concurso.
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Hola Tania.
Sí, a lo mejor algún día. Me alegro que a través del relato hayas descubierto a los agotes y su injusta historia.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Felicidades Marlén por ese sexto puesto en el Tintero, un abrazo!
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Muchas gracias, Jorge. Un abrazo.
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Hola Jorge.
Me tomaste por sorpresa porque, en mi despiste, pensé que la ceremonia era mañana. Así que te convertiste en el anunciador de los premios y de la mención de mi relato, que me puso muy contenta. Ya te he escrito en tu blog, pero nuevamente ¡Felicitaciones por tu Tintero de Oro!. Con la gran participación y la calidad de los textos, es un gran logro. Tu relato conmueve particularmente, y no sólo por la forma de contarlo y de describir a tus personajes, especialmente a la Maradona. Pero además, casi todos hemos vivido esa época en nuestros pueblos o ciudades. Y hemos vivido (y seguimos viviendo) injusticias mientras los gobernantes de turno se toman más trabajo en juntar votos que en solucionar problemas. Por eso subleva, por eso duele, por eso empatizamos.
Pues eso, que me alegro de tu premio y que lo disfrutes. Un abrazo grande. Marlen.
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Marlen, enhorabuena por tu mención. Un trabajo de calidad y cualidad histórica. Un cordial saludo, compañera, y a seguir escribiendo.
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Hola Isabel.
Gracias por tu comentario. No me enteré hasta que recibí el comentario de Jorge porque pensaba que la ceremonia era mañana. ¡Sí, muy despistada!
Me alegro que te haya gustado el relato.
Un saludo para tí también. Nos seguimos leyendo. Marlen.
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Enhorabuena por la merecida mención, Marlen. Sigue la senda, que tus historias son de buena calidad y es un placer leerlas.
Un saludo.
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¡Qué bonito! Muchas gracias por el comentario. ¡Y por los ánimos!
Un abrazo, Carmen. Marlen.
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