El pibe

A los 5 años su madre lo despidió en la estación de tren de Pilar, en el Gran Buenos Aires. Ella no quería, no sabía o no podía cuidarlo. Vivían en Barrio Toro, un barrio con calles de tierra o más bien de barro porque apenas caían cuatro gotas, todo se inundaba y el barro duraba para siempre.

Él recuerda la intensidad de ese último instante, recuerda la ropa de su mamá y la ve, hoy a la distancia, pintándose los labios antes de la despedida.

Desde allí el camino sería de escollos, piedras, puentes y suburbios. En la calle creció y de la calle aprendió lo bueno, lo doloroso y lo inolvidable.

Carlitos dice que, en algún libro de los muchos que devoró, un autor escribió que las heridas se curan con el tiempo, pero él dice que no, que hay heridas que no curan nunca más, que irán abiertas y sangrando hasta la tumba.

El grupo de chicos de 8 ó 9 años al que se había unido, envidiaban su vida y sus tiempos. Él no tenía ni horarios, ni papás que obligaran, ni mamás que ordenaran. El resto de los pibes sí los tenían, por eso tenían que volver a una hora a la casa, tenían que comer en un horario y acostarse temprano.

Por eso envidiaban a Carlitos y, por eso, Carlitos también los envidiaba a ellos en silencio. Sobre todo, cuando los amigos se iban y él se quedaba contando los días, tachando las lunas o apoyando la nariz en la ventana de algún restaurante. Envidiaba la suerte de los otros, los reproches que él no tenía y las obligaciones que a él le faltaban.

Un Juez de Paz, cuando acababa de cumplir 7 años, le dijo que no sabían qué hacer con él, porque no entraba en la edad de ir a un Instituto de Menores, ni a ningún Hogar. Entonces Carlitos, el pequeñajo Carlitos de ese entonces, le pidió una sola cosa al juez: ir a la escuela. El Juez le preguntó dónde iba a vivir y Carlitos le dijo que no se hiciera problema, que del resto él se encargaba.

Por eso empezó la escuela. Iba con la ropa que tenía y con la pobreza que cargaba, iba, escuchaba, hacía los deberes y luego, antes de irse, devolvía el lápiz prestado a la maestra.

Por las tardes estudiaba en la Biblioteca Nacional. Solito se iba a leer cientos de libros y miles de historias. Entrada la noche volvía abajo de algún puente, a alguna tubería o a cualquier lugar cálido que la calle regalara. Allí soñaba sueños furiosos que daban miedo, sueños tiernos y mundos pasados. Luego, lo de todos los días, la calle, la dureza del asfalto, la invisibilidad del pibe que arrastra sus penas y sus broncas.

Una noche, despertó en un cajero automático al que se había podido colar previendo la tormenta que se anunciaba. Afuera, rayos y truenos parecían querer engullir la ciudad. Adentro, el vigilante de seguridad le miraba desde su altura y su cuerpo de mastodonte.

.- ¿Qué hacés acá?

.- Por favor, no me eche. La tormenta está muy fuerte, no quiero pasarla afuera.

.- ¿Y por qué no estás en tu lugar?

.- Yo no tengo lugar.

.- ¡Claro que sí! En la escuela te están esperando.

.- Voy por la mañana.

.- A esa no, a la tuya, a la del Cerro Uritorco. Sujetate fuerte.

Lo siguiente que recuerda Carlitos es un sueño en el que volaba con el vigilante de seguridad, por encima de las casas y la tormenta. ¡Precioso sueño! pensó al aterrizar frente a un castillo enorme como los que había visto en los libros.

.- Vamos a ver a Tatitux uka hechizonakaniwa.

.- ¿Qué?

.- El director. Le llamamos Tati.

Ya no preguntó más. Era demasiado.

Pasillos, salas y salones, chicos y chicas de todas las edades, bien vestidos, riendo, charlando. Un profesor con una túnica larguísima preguntó:

.- ¿Nuevo?

.- Nuevo (contestó el vigilante)

Cuando entró al despacho de Tati, casi se desmaya. Estanterías llenas de libros por todas las paredes, escaleras que le acercaban a ellos y, en el medio, un anciano imponente de largas barbas sentado al mayor escritorio que hubiera visto en su vida, lleno de… libros. No pudo contenerse y pasó su mano por el lomo de uno.

.- ¡Buena elección! Tratado de hechicería para principiantes. Será el primero que leas, Carlitos (le dijo poniéndolo en sus brazos)

.- ¿Cómo sabe mi nombre?

.- Te esperamos desde hace muchísimo tiempo. Era esencial que empezaras tus estudios cuanto antes. Las clases del segundo curso ya están empezadas, pero eres un chico listo y te pondrás al tanto muy rápido. Además, Miguel y Arturo, tus compañeros de cuarto, te ayudarán. Hay que prepararle la ropa, su libro personalizado, elegir la escoba, la varita, tenemos mucho que hacer (dijo, dirigiéndose al vigilante)

.- La, la, la… (tartamudeó Carlitos)

.- (riendo) ¿Estás cantando? No te asustes, te acostumbrarás muy pronto. Tu padre estaría orgulloso de cómo te las has arreglado solo.

.- Yo no tengo papá. Mi mamá dijo…

.- Tu padre era un gran amigo, un ser de luz excepcional, te pareces mucho a él. Tenemos que hablar de muchas cosas. Pero lo primero es que vayas al comedor, que tendrás hambre.

La posibilidad de una comida rica, selló su boca y despertó sus protestantes tripas.


EL TINTERO DE ORO (DICIEMBRE 2023)

El cuadro inicial de esta entrada es de Iman Maleki (gracias a Isabel Caballero por la información que yo no tenía).
El Tintero de Oro nos propone el Concurso de relatos 39ª Ed.
Harry Potter y la Piedra Filosofal de J.K. Rowling
Una vez conocido un poco más de la autora y el Potterverso, participamos con un relato mágico de 900 palabras. Está en vuestras manos que trate, usando la terminología propia de la saga, sobre un mago o una bruja joven que no sepa de sus extraordinarios poderes hasta un momento clave de su vida y/o que estudie en un colegio de magia. Si queréis leer el resto de los escritos presentados:


https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2023/12/concurso-de-relatos-39-ed-harry-potter.html

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

54 comentarios sobre “El pibe

  1. ¡El zagal se hace querer desde el principio! Anhelo cuando el comienzo que todo le vaya bien, y las disposiciones de Fortuna, de las cuales es epítome el guardia de seguridad-¡un recurso además muy señero y original!-son Justas, Literarias, Ecuménicas, Caritativas. Tiene también mucho de filosofía y de religión y desde luego al leerlo, esparce su semilla conceptual.
    Aquí, en esta parte del Planeta Azul es Navidad, y te mando mis mejores deseos en una época que Siempre He Amado. ¡ C h a p e a u ! 🎩 💐
    Aunque puedes ver mi icono del Vigía ( indicios de mi polifacética Existencia) soy ….
    … J u a n E l P o r t o v e n t o l e r o [es una antiquísimo testimonio de WordPress que aún poseo y menos mal, me permite entablar foros literarios] Gracias por tu Paseo por «Mi Horizonte»

    ¡¡¡¡¡¡¡ Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas!!!!!!!! Que tengas un Excelente Año MMXXIV
    😎💎 [Reino de Valencia ,España]

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    1. Me alegro que te hayas encariñado con el pibe. Creo que mueve sentimientos y deseamos que le cambie la suerte y le empiece a ir mejor.
      Gracias por tu comentario. Yo también te mando mis mejores deseos para estos días que se acercan. Que los disfrutes mucho. Muy feliz año MMXXIV.
      Cariños de Marlen.

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  2. Desde el principio te engancha, te identificas con el pequeño, y no imaginas que acabará en un lugar tan fantástico, aprendiendo magia. Precioso, y muy bien narrado. Me ha encantado tu enfoque. Felicidades!
    Un abrazo grandote 🙂

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  3. Hola Marlen, es una hermosa historia, me ha gustado mucho. Que hayas elegido escenarios locales para narrarla le da un plus extra, el cerro Uritorco sin dudas tiene su magia, te felicito, un abrazo
    PATRICIA F.

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    1. Hola Patricia.
      Sí, me gusta imaginar mis cuentos en lugares y tiempos determinados. Es como mejor me meto en ellos, para contarlos. Y el Cerro Uritorco ha sido siempre motivo de conversación sobre temas esotéricos y de viajes extraterrestres, así que era mi escenario ideal.
      Gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado el relato. Un abrazo. Marlen.

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    1. ¡Me alegro que te haya gustado! Sí, encontró un lugar «mágico» donde poder vivir en lugar de hacerlo en la calle, un lugar donde poder estudiar que era su anhelo y un lugar donde descubrió que no estaba solo en el mundo y que tenía un pasado por descubrir. ¡Todo un universo nuevo y merecido!
      Un abrazo. Marlen.

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  4. ¡Hola Marlen! Un relato que manda un mensaje de esperanza. Logras en muy poco tiempo que sintamos empatía por ese niño y su futuro. Menos mal que la escuela de magia se da cuenta de su potencial y acaba invitándolo a ir.

    Un saludo y suerte en el concurso.

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    1. Hola Rocío.
      La esperanza es uno de los mensajes más bellos que podemos difundir, y me alegro mucho si lo he logrado.
      Siendo hijo de un gran mago, su futuro debía estar relacionado con la escuela y su ambiente, aunque él no lo supiera.
      Gracias por tu comentario. Un saludo y suerte a ti también.

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  5. Hola, Marlen. Una historia entrañable con un final esperanzador que te deja un poso de felicidad por el destino de ese pibe. Tu descripción de la vida desgraciada del chaval nos hace desear de inmediato que esta cambie para mejor como finalmente sucede. Gran trabajo. Un saludo y suerte en el concurso.

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  6. Hola, Marlen un relato triste por el desamparo inicial pero que va cobrando fuerza y alegría según avanza la historia del pibe. Por cierto, preciosa la imagen y muy bello el relato.
    Todo lo que aparece tocado de magia es sin dudas gratificante y tu relato también la posee.

    Que pases unos hermosos días de navidad y año nuevo. Un abrazo.

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    1. Hola Idalia.
      Sí, el triste destino de los parias que viven en la calle y a quienes pasamos sin ver, sumergidos en nuestras rutinas. Pero la vida, a veces, da sorpresas y el pibe fue tocado por la varita mágica.
      Muchas gracias por tu comentario. Te deseo lo mejor, a ti también, para estas fiestas.
      Un abrazo. Marlen.

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    1. Hola Puri.
      Sufrir el abandono de su madre, el único ser que debería estar cerca para cuidarlo y protegerlo, no debió ser fácil. Pero esa etapa ya pasó y ahora tiene la oportunidad de estar en el sitio que le pertenece, de aprender, de conocer su pasado y labrarse un futuro. A veces, la magia pone todo en su sitio.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  7. Hola, Marlen, un homenaje fantástico para nuestro Harry Potter, en este caso con nombre español, Carlitos. Me dio ternura, al principio, pero se intuía que todo iba a cambiar, y de qué manera. Fantastico aporte, compañera.
    Un abrazo y feliz Navidad.

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    1. Hola Pepe.
      Sí, un pibe argentino reproduciendo la historia de uno de los niños más famosos de la literatura. Su ternura y su deseo de aprender nos enternece y te dan ganas de que le vaya bien, que logre escapar de ese presente terrible, siendo tan chiquito. Pero la magia estaba ahí para salvarlo y para darle un pasado, además de un futuro.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo y ¡Feliz Navidad! para ti también.

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  8. Como canmbia la historia con la tormenta. Aquí no hay vigilantes en los cajeros, o sea que este, aunwue no fuera vigilante del bosque como hagrig ( o como se escriba), no estaba allí para vigilar. Un genial tránsito de la primera a la segunda parte. El desembarco en la escuela es loejor del harry potter original , y también la mejor parte a reflejar en un relato, que creo que te ha limitado lpor la extensión requerida.
    Abrazooo , suerte en el tintero y feliz navidad

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    1. Hola Gabiliante.
      El bonachón y gigantesco Hagrid sigue cumpliendo su función de vigilante. Y, si no vigila el bosque cercano de los chicos de Hogwarts, vigila el cajero automático del banco, muy cercano a los mayores de la ciudad.
      Limitar la extensión es lo que más me cuesta al escribir un relato. Y en este caso, me hubiera gustado acompañar a Carlitos por ese lugar mágico y conocer a sus futuros amigos.
      Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo y ¡Muy Felices Fiestas!
      Marlen.

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  9. Me ha encantado, Marlén!! Qué bonito tu cuento, una historia muy dura pero que has sabido narrar de una forma muy tierna. Me ha hecho pensar en todos esos niños que por desgracia están solitos y que viven en la calle. Ojalá también accedan a un mundo lleno de magia como Carlitos. Enhorabuena, suerte en el Tintero y Feliz Navidad!!

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    1. Hola Cristina.
      Me alegro que te haya gustado.El pibe es un pequeño personaje tierno e inteligente a quien te da ganas de regalarle toda la magia del mundo para que salga adelante. Ojalá pudiéramos pedir un deseo mágico para esos niños que han acabado en la calle, con muy pocas posibilidades de salvarse.
      Gracias por tu comentario. ¡Feliz Navidad!

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  10. Me alegra encontrarme en el concurso con alguien más de Argentina. Yo soy de Mendoza.
    Me gustó mucho el relato, algo triste y realista al principio, pero el niño al fin encontró un lugar.
    Mucha suerte en el concurso y Felices Fiestas.

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    1. Hola Cynthia.
      ¡Un placer encontrarme con una mendocina! Yo hace muchos años que vivo en el País Vasco, pero nací y me crié en Buenos Aires. Y cada tanto suelo volver a visitar familia, amigos y «mi ciudad». Conocí hace mucho Mendoza capital y me encantó como ciudad, una de esas preciosas ciudades del interior que además, disfruta de esos paisajes de la cordillera que son un sueño. ¡Y de las bodegas, claro!
      Me alegro que te haya gustado el relato. Sí, es duro, pero la magia hizo el prodigio de salvar al pibe y de darle, además de un nuevo presente, un pasado del que puede estar orgulloso.
      ¡Felices Fiestas para ti y los tuyos! Que disfrutes mucho. Un abrazo.

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    1. Hola Lacasadeoctavio2660.
      Pues sí, la magia lo encontró y le otorgó todo lo que un ser como él se merecía. ¡Se acabo la mala suerte, el vivir en la calle y el pensar en el mañana! Hay veces en que la magia equilibra la realidad.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo.

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  11. Hola, Marlen. Nos acabas de demostrar el dicho ese de que el hambre agudiza el ingenio y tu pibe aparte de aprender a vivir en la calle, también quiso desarrollar el intelecto. Doble afán que obtiene su recompensa finalmente, además se ve que estaba en sus genes y fijo que llega a maestro hechicero antes que el resto de sus compañeros.
    Saludos y suerte 🥂🖐️

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    1. Hola JM.
      Sí, el hambre agudiza el ingenio. Y, además de tener mucha ternura e inteligencia para preocuparse por su futuro, tuvo la suerte de tener a la magia como compañera de vida. A partir de ahora el pibe comienza a disfrutar de lo que el destino le tenía reservado, descubriendo no sólo un presente, sino un futuro prometedor que, sin duda, aprovechará. ¡Optimista irreprimible. Me gustan los finales felices!
      ¡Muchas felicidades! y un abrazo grande.

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  12. Hola Marlen. Iba con la ropa que tenía y con la pobreza que cargaba, preciosa frase que nos habla de la desdicha de Carlitos, y chaval sin suerte que finalmente pudo encontrarla por esos azares del destino. Felicidades por ese merecido sexto puesto en el Tintero. Un abrazo.

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  13. Hola Jorge.
    Sí, un chaval al que la vida le negó una niñez, hasta que la magia lo encontró y le hizo el regalo de la vida que merecía. Su inteligencia para preocuparse por su futuro, le recompensó, descubriendo no sólo un presente, sino un futuro prometedor que, sin duda, aprovechará.
    Gracias por tus felicitaciones. Un abrazo y ¡Felicidades en el Nuevo Año!

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  14. Me encanta Marlen que hayas escogido el cuadro de Iman Maleki y su “pibe”
    Iman Maleki

    Un cuento no tan cuento, un chiquillo de la calle, de cualquier calle, de cualquier ciudad, esta vez tocó en un barrio marginal del gran Buenos Aires. A este Carlitos tuyo, ya nuestro, le salva los libros y los sueños que lo rescatan de la calle.
    Me gustó especialmente la parte mágica, los diálogos tan naturales y ese final con la promesa de un banquete.
    Enhorabuena por tu estupendo puesto, compañera.

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    1. Hola Isabel.
      Pues no sabía el nombre del autor del cuadro del «pibe»: Iman Maleki. Me encanta esa pintura, pero lamentablemente, muchas veces no suelen indicar el autor. Gracias por decírmelo, ya no lo olvido.
      Me encanta que ya consideres a Carlitos como alguien cercano. Su amor por los libros, por la educación y la magia le cambian la vida y nos emociona por sentir que se merece un premio a ese interés. Y por supuesto, ya lo sentimos «nuestro».
      Muchísimas gracias por tus palabras y por la felicitación por la nominación, de la que estoy muy orgullosa. Un abrazo grandote.

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