Cristóbal Balenciaga Eizaguirre, “el arquitecto de la Alta Costura” según Hubert de Givenchy, nació en 1895 en Guetaria, un pequeño pueblo pesquero de la costa vasca, vecino de donde yo vivo en Zarautz. Su padre, pescador, murió cuando Cristóbal tenía 11 años. Su madre se hizo cargo de la economía doméstica y se dedicaba a coser para sacar adelante a la familia. Esto permitió a Cristóbal, el pequeño de cinco hermanos, familiarizarse con el patronaje y la costura desde una edad muy temprana.
Siendo un adolescente, conoció a la marquesa de Casa Torres, abuela de la Reina Fabiola de Bélgica, a la cual cosía su madre y que se convertiría en su mecenas. Se formó en algunos de los establecimientos más prestigiosos de San Sebastián. La capital guipuzcoana se había convertido en un lugar de vacaciones muy popular entre la monarquía y las clases altas españolas y europeas. Gracias a ello, Balenciaga entró en contacto con determinados modos de vida a los que no habría tenido acceso de otra forma.
En 1917 decidió abrir su taller en la calle Vergara,2 de San Sebastián, con la ayuda de su hermana Agustina (también modista) y, en muy poco tiempo, fue ganando un prestigio que le reportó clientela procedente de la alta aristocracia y la realeza (Grace Kelly, Jackie Kennedy, Audrey Hepburn…), y le permitió expandir el negocio creando un segundo taller, Eisa, en honor a su madre y destinado a una incipiente clase media. En 1924, ante las buenas perspectivas del negocio, abrió su primera tienda en Madrid y, justo un año después, se instaló en Barcelona.
Balenciaga, simpatizante del gobierno de la II República, se exilió en París tras el estallido de la Guerra Civil. En 1937 presentó su primera colección en España y el éxito fue fulminante. Sus creaciones, basadas en la comodidad, la pureza de líneas, la reinterpretación de la tradición española y en el desarrollo de los volúmenes, marcarían la moda entre los años 40 y hasta mayo del 68 , cuando la Alta Costura empezó a perder peso en favor del prêt-à-porter. Precisamente ese año decidió echar el cierre y volver a España donde murió en 1972.
Reacio a aparecer en prensa y a conceder entrevistas, puntual, metódico y alérgico a la frivolidad que rodea al mundo de la moda, en sus talleres reinaba el silencio. “La mujer debe andar de manera natural y no sentirse insegura en su paso”, sentenciaba Balenciaga, que siempre se mantuvo fiel en sus propuestas al tacón bajo, la falda por debajo de la rodilla y la manga tres cuartos. Éstas, sus obras, como las de cualquier otro reconocido artista, forman parte de las colecciones más prestigiosas y se han expuesto en los principales museos del mundo, desde el Metropolitan Museum de Nueva York , a la Fundación de Moda de Tokio o el Museo del Tejido de Lyon.
En 2011 se inauguró el Museo Cristóbal Balenciaga en Guetaria, su ciudad natal, un espacio de más de 9.000 metros cuadrados en homenaje a uno de los grandes de la moda y el lugar en el que se exhiben la mayor parte de sus fondos.
A lo largo de la historia, vestir de negro ha significado poder, rebelión, muerte, sexo y más. Pero Cristóbal Balenciaga lo convirtió en un ícono.
Es «el más adelgazante de los colores», dijo Christian Dior. «Afirma, diseña y estiliza», dijo Yves Saint-Laurent. Era el color elegido por Coco Chanel y Karl Lagerfeld rara vez se vestía con otra cosa. Desde vestidos poderosos en el trabajo hasta vestidos sin espalda en deslumbrantes galas, la silueta favorecedora del negro nunca pasa de moda. La devoción del modisto vasco por el negro, contribuyó en gran medida a elevarlo de la vestimenta funeraria a la alta costura.
Para conmemorar que este año de 2022 es el 50 aniversario de la muerte de Balenciaga, la exposición “Balenciaga in Black” se exhibe actualmente hasta el 5 de marzo de 2023, en el Kunstmuseum de La Haya. Esta muestra que cuenta con cien obras maestras negras, procedentes de las colecciones del Palais Galliera y la Maison Balenciaga, ya ha recorrido Texas y París. El negro enfatizó la geometría y la calidad escultórica de los atrevidos diseños de Balenciaga, como el globo y el sobre.
Coco Chanel, una buena amiga de Balenciaga, también quedó cautivada por el negro, y su concepto de vestido negro de los años 20 sigue siendo popular hoy en día. «Balenciaga lo usó como un lienzo para ayudarte durante el día. Si cambiaras tus accesorios, tu pequeño vestido negro sería perfecto para todo tipo de ocasiones. Ese es un enfoque completamente diferente, ya que él usó el color como parte del diseño».
El diseñador se basó en su herencia, inspirándose en la vestimenta formal negra tradicional que vemos en Goya, con sus mantillas y capas de encaje y faldas largas tintadas. Encontró diversión al apegarse a un color, contrastando las cualidades de diferentes textiles, desde el gazar de seda (un tejido rígido de seda, similar a la organza pero más fuerte y menos transparente, que tiene una textura granulada y suave), hasta la cinta brillante, el cloqué táctil y las cuentas de vidrio centelleantes.
Gaspard de Massé, de los Archivos Balenciaga en París, comentaba: «Cuando tenía la tela frente a él, sabía qué tipo de negro quería resaltar con el material. Tienes muchos negros dentro del negro. A veces es gris, a veces es marrón, a veces es azul. A veces es como si estuvieras buceando en el negro, especialmente para el terciopelo. A veces es tan profundo que entras y descubres algo nuevo».
El legado negro de Balenciaga sigue vivo. En la última Met Gala, el evento que recauda fondos para el Costume Institute del Museo Metropolitano de Arte (MET) en Nueva York, Kim Kardashian apareció con un diseño Balenciaga, de pies a cabeza con tela negra. Y en la pasarela de esta primavera los modelos vestidos de negro con máscaras de cuero, desfilaron por la Bolsa de Valores de Nueva York con poca luz.
Hoy en día, algunas novias incluso se están pasando al negro, rechazando la exhibición patriarcal de pureza del blanco en favor de un color que ha llegado a denotar experiencia y confianza. De hecho, la atracción sexual del negro es ampliamente conocida en la cultura occidental. Desde la coqueta Holly Golightly de Desayuno con diamantes, interpretada por Audrey Hepburn, con su vestido tubo de satén negro de Givenchy hasta el icónico conjunto de piel muy ajustado negro de Olivia Newton-John (Sandy) en el final de Grease.
Un maestro de la contradicción, conservador pero rebelde, estructurado pero nebuloso, elegante pero seguro, la versatilidad del negro es intocable. Es un color que lo trasciende todo, lo puedes usar en cualquier ocasión y va con todo. Cristóbal Balenciaga lo sabía mejor que nadie.
Hola!! Tus entradas al blog son siempre interesantes!!! Muchas gracias desde Argentina,i
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Hola Marcela, disculpa, pero recién me doy cuenta que estaba este comentario pendiente.
Me alegro que te guste el blog. Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
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Buenos días, Marlen.
Un tema con el que siempre me he sentido ajeno y hasta enfurruñado: la Moda.
Entre otras cosas, porque nunca se ha portado bien con mi digna percha. ¡Con el cuerpazo que yo tengo! 😅😂🤣🤣
Esta frase «el más adelgazante de los colores» me la han repetido demasiadas veces y, aunque nunca he estado de acuerdo en el ir vestido siempre de luto, bien es verdad que últimamente me suelen ver llevando mucho oscuro.
También me recuerda esta frase lo que me decía una pícara amiga mía: «Pues es verdad que el negro adelgaza, mira mi tipín desde que estoy saliendo con un «moreno»». 🤣🤣🤣
La verdad es que el negro es muy elegante, pero también depende de lo que se esconda debajo. Hay quien de blanco, amarillo o rojo sangrante también está para comérsela. (O soy yo, que siempre ando hambriento).
Todavía me queda por ver una boda en directo en dónde ella vista de negro y él de blanco. Me encantaría. Yo, lo mismo voy de color diabólico. ¡Quién dijo miedo!
Curiosa e instructiva entrada.
Gracias, amiga. Un abrazo negrísimo, pero del elegante. 😜🤗👍🏼
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Buenas noches, Jose.
¿Así que enfurruñado con la moda? ¿Pooorrrr quééé? Con lo bien que te queda el sombrero. Y yo creo que es negro. O sea, que no me llores tanto, porque el negro es elegante, ¡muy elegante!, aunque debajo se esconda un pincel o el bodegón completo.
Pues tú te ríes de las bodas con novia de negro, pero mi mamá vistió de negro en la suya, se hizo el traje ella misma y además estaba super-guapísima. Claro, ¡eran otros tiempos!
Bueno, por lo menos la entrada te ha parecido curiosa e instructiva. ¡No todo iba a ser muerte, este mes! ¡Ah, es cierto, que el negro también es luto! Nada, que no me escapo del VadeReto, ni aunque quiera.
Me pongo mi traje negro, con una rosa roja, para mandarte mi elegante abrazo.
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Eeeehhh, que yo no me río de las bodas, solo me acerco a los contendientes y les doy el pésame. 😅😂🤣
Que noooo. Que digo que nunca he visto o asistido a una con los colores invertidos.
No tengo nada en contra de las chicas de negro, al contrario, me resultan muy sugerentes y atractivas. Los hombres de blanco ya es otro cantar. Me parecen simulaciones de ángeles caídos. 😂😝
Más que enfurruñado con la moda lo estoy con los modistos, que no piensan en los chicos de huesos anchos, como yo. 🤷🏻♂️☺️
De todas formas, soy más de romper modas que de seguirlas. Es más divertido. 😜
Te pediría foto, pero no hace falta. Estás de negro que saltan toas las tapaeras que tiene el sentío. ❤️👍🏼
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Buenos días, Jose.
¿Cómo que enfurruñado con los modistos? ¡Con lo bonitos y ponibles que son los modelitos de las pasarelas! Trajes y vestidos ideales para el día a día, para el trabajo, las compras, llevar a los críos a la escuela o una reunión con los jefes, con especial cuidado en tratar a todas las tallas por igual, teniendo en cuenta que la especie humana cuenta con individuos altos, bajos, gordos, flacos, jóvenes, viejos, de huesos anchos o tipo fideo fino, guapos o como un susto de medianoche (incluyendo todas las variantes intermedias). Es que yo no me pierdo una pasarela por nada del mundo. Cuando se acerca el cambio de estación, ya me estoy apuntando a conseguir las invitaciones. Si quieres, para la próxima te aviso y vamos juntos. 🤣😂🤣😂
Me voy que me espera la modista para prepararme el super-elegante vestido negro de Navidad. Abrazotes.
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Avísame, por descontao. Pero ten por seguro que nos echan a los 20 segundos. Menuíto soy para formarla en estos sitios. Cuánto más serios, más grande me salen las carcajadas y las patochadas.

Yo estoy dudando entre estos dos modelos para la cena de Nochebuena.
Aunque lo mismo, el que descarte será para Nochevieja. 😅😂
Con mis hechuras actuales, el traje que me va ideal es el de PapaNoé. 👌🏼😜🎅🏻
Besote, abrazos y chinchin con burbujas.
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¿20 segundos? ¡¡¡Ni hablar!!! Si vamos con estas pintas, no nos dejan entrar.
¿Me prestas el primer modelo? Con estos fríos, deben de estar de calentitas 🤣🤣🤣🤣
¡Y luego, nos quejamos! ¿Ves que hacen modelos en todas las tallas? Luego, la cuestión es embocar con la talla adecuada, claro. 🤣🤣🤣🤣
El de 🎅🏻 es adecuado para la época. Se saca el relleno, se rellena con lo natural de toa la vida y ¡a disfrutar! que son 2 días.
BAR (Besos, ashushones y risas que no falten).
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A mí me encanta el color negro. Mi madre lo odiaba y ni cuando se quedó viuda, demasiado pronto, por cierto, vistió de negro completo.
Curiosa entrada la que hoy nos brindas. Yo, poco puesta en moda y diseñadores he disfrutado conociendo un poquito a este gran artista español
Encantada de volver a pasearme por las redes y por esta tu casa.
Saludos
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Buenas noches Jose Lezcano.
A mí también me encanta el negro. Si bien es cierto que se suele asociar con el luto y eso no gusta. Una pena que tu madre quedara viuda pronto. De negro o de blanco, esos son trances difíciles de pasar.
Pues siendo del Oria, pensé que lo conocerías. Algún día tienes que visitar el museo (aunque no estés muy puesta en moda (yo tampoco), pero siempre es agradable dar una vuelta por Getaria y aprender un poco de gente como Balenciaga, que de la nada, se convirtió en un referente para la moda mundial.
Me alegro que te haya gustado. Y encantada de recibirte en casa. Un abrazo.
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