Felicitación de Navidad 2023

¿Qué le podría comprar a mi hermana, si tiene de todo? Cada vez me resulta más difícil porque, o le compro lo que me parece que le podría gustar, arriesgándome a que no le entusiasme, o le compro «uno más…», una blusa más, un par de pendientes más, un perfume más, algo más que acabará acumulándose en el territorio de lo material.

Pues no, este año, mi lista va a ser diferente, una lista de regalos en sobres. ¡¡Nooo, nada de dinero, ni se me ocurriría!!! ¡Pero hace tanto tiempo que no pasamos un rato las dos solas, disfrutando de una charla tranquila! ¿Qué tal una sesión de peluquería y manicura en ese nuevo negocio que abrieron en el centro? Luego, un tecito con pastas en la Richmond y una charla relajada, sin niños ni maridos, sin relojes ni apuros, un rato de hermanas que ya ni recuerdo cuándo fue la última vez.

¿Y a mi marido y mis niños? Vivimos todo tan apurados, que no nos otorgamos el placer de compartir un rato a solas, fuera de las rutinas y los deberes establecidos. Estamos rodeados por paisajes y rincones en los que ya no nos fijamos, porque, de tanto verlos, o de tan cerca que están, perdemos el interés en volver a visitarlos. ¿Adónde nos gustaría volver? ¿Qué estamos posponiendo permanentemente porque está cerca y en cualquier momento podemos visitar? Pero ese momento no llega, programamos destinos más lejanos o lugares de ensueño, cuando ¡la magia está tan cerca! Me encantaría acercarme a la Selva de Irati en esta época de hayas, cuando la sinfonía de rojos, amarillos, dorados, teja, revelan un mundo tan bello que te deja sin habla. El viaje en coche y una canasta con la comida. No es tan difícil.

Me encantaría volver a sentarme frente al río color de león, como cuando era chica y mi padre me tomaba de la mano y me llevaba a recorrer un sendero sólo para dos. ¿Y si volviera con mi hijo? Creo que nunca le he contado cómo era mi relación con mi papá, cuánto nos queríamos y lo bien que lo pasábamos juntos.

El año pasado le compré a mi abuela un libro que estoy segura de que le encantaría, si lo leyera. Pero su vista ya no es la de antes y cuando la fuerza, acaba con dolor de cabeza. Así que aún está en su mesilla de noche, estancado en la página 4. Podría regalarle mi voz grabada leyendo el libro, mientras se acurruca en el sofá con su manta preferida y disfruta de una infusión calentita.

A mi hermano que le encanta la gastronomía, podría invitarle a cenar, pero no a un restaurante, invitarle a que venga a cocinar en casa los dos juntos, tal vez uno de esos platos que hacía mamá cuando éramos pequeños. Cocinar mientras disfrutamos de una copa de vino y una agradable conversación. Y luego cenamos todos juntos, con la familia.

Un tarro de mermelada hecho por ti mismo puede alegrar las fiestas a esos vecinos que te riegan las plantas cuando no estás.

¿Y a la tía Pilar, que ya no sale de casa y se pasa el día mirando sin mirar la novela de la tarde? ¿Qué necesita? ¿Otro perfume, otra bijouterie que nunca estrenará? ¡Nada!, ya tiene todo lo que necesita para sobrevivir. Y si le invadimos la casa y, con muchísimo cuidado, sacamos sus álbumes de fotos y le pedimos que nos cuente quiénes son los que ya no están o reconocemos en esos niños jugando, a los grandotes que pasamos por su casa de vez en cuando.

¿Y para los niños? Nada de juguetes costosísimos y super-promocionados que duran una tarde antes de aburrirlos. Este año los llevaré a ese museo de la ciencia que a Patxi le va a volver loco. Y como aún son pequeños y yo no soy muy ducha en esos temas, hablaré con el museo para que me aconsejen un guía que nos explique a los tres. ¡Una tarde entre cachivaches extraños, aprendiendo! ¡Genial!

A Kati no la puedo llevar a ese programa, se aburriría y nos chafaría nuestro plan de chicos grandes. Pero ya sé qué la va a volver loca de alegría. En el Aquarium de Donosti hay un tubo enorme por el que puedes caminar estando inmerso en el enorme estanque con peces, rayas, tiburones, y sin mojarte. Ya me la imagino poniendo sus manitas contra las paredes y queriendo tocar los peces. ¿Mi pequeña aventurera, se asustará con las rayas?

En la medida de nuestras posibilidades, seguro que todos o casi todos, en estas fiestas navideñas regalamos algo a los seres que queremos… ¿Y si, en lugar de regalar un objeto convencional, algo material, regalamos tiempo? 

Dar tiempo es mucho más que un regalo, un obsequio. Ya que, cuando lo damos, lo que estamos dando es “algo” que, en cierto sentido, no se “tiene” (como quien tiene una casa o un reloj). Sí, ya sé, una idea un poco compleja. No se compra ni se vende y sólo tienes una cantidad limitada de él. Dar tiempo es, como darse uno mismo. Creo que se puede hacer más feliz a una persona regalándole tiempo, es decir, dándonos a nosotros mismos en lo que damos.

Esto no significa que no debamos regalar en estos días de Navidad, sobre todo a los niños, un juguete. Pero más importante aún que las cosas que podamos regalarles, será nuestro tiempo, es decir, el tiempo que pasemos jugando juntos con ese juguete, nuestra dedicación, atención, escucha, el abrazo, la mirada tierna, un diálogo distendido, tiempo de disfrutar juntos una experiencia divertida, entrañable. Tu “presente” es tu “presencia”, eres “tú mismo”.

  ¡¡Feliz Navidad y mis mejores deseos para el
Año Nuevo 2024!!

¡¡Gabon Zoriontzuak eta Urte Berrirako onena opa dizuegu!!

La preciosa acuarela es de Kurt Sturm Jüngling. El tema «Entrada de pesqueros al puerto de Getaria – Gipuzkoa»

Publicado por BlogTrujaman

Desconfío de aquellos autores, músicos, escritores que, escribiendo ficción, dicen no escribir sobre su propia vida. Al escribir, uno se va enredando en sus propios recuerdos y aparecen entremezclados en la obra. Es muy difícil que todo lo que cuentas le pase sólo a tus personajes. Detalles, pequeños gestos, lugares, contaminan lo que sale de tus manos y no puedes separarte de tus propias experiencias. A mí también me suele pasar. Por eso, en un momento dado, decidí escribir directamente sobre lo pensado y vivido en este planeta, en este viaje. O tal vez, el miedo a desaparecer sin dejar rastro, hizo que me decidiera a abrir la caja de mis recuerdos para contar sin filtro, instantes de un tiempo que no volverá.

19 comentarios sobre “Felicitación de Navidad 2023

  1. El crisol de colores de la Selva de Irati me dejó impresionado hace tiempo, cuando la conocí. Fue un impacto visual inolvidable. Nos alojamos en una casita rural en el pueblo de Urroz y desde allí fuimos al campamento donde se encontraban mis hijos pasando una semana de verano.
    ¡Que bella Tierra es Navarra!
    Los buenos propósitos… regresar a lugares olvidados pero que su recuerdo luce precioso en nuestra memoria, visitar un museo, el acuarium… Pero me quedo con “regalar tiempo”, el tiempo necesario para respirar sin prisas el aire que nos rodea y redescubrir que no estamos solos sino que debemos disfrutar más de la compañía de quienes tenemos siempre al lado.
    Te deso mucha salud, suerte y unas muy felices fiestas.

    Aprovecho para invitarte a que leas mi relato:

    https://marcosplanet.blog/rebelion-en-la-torre-de-los-sabios/
    Tu opinión es valiosa para mí.

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    1. Hola Marcos.
      Sí, Navarra es una hermosa tierra en la que la naturaleza se expande y nos abraza. Me alegro que te haya gustado la propuesta de «regalar tiempo» y con él, regalarnos a nosotros.
      Me acercaré a tu relato y ya te contaré.
      ¡Que disfrutes mucho en esta Navidad! Y ¡muy buen año 2024!
      Un abrazo. Marlen.

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  2. Hola, Marlen.
    Posiblemente, la felicitación más preciosa que recibiré este año. 💖💝❤️
    ¡Qué fácil, pero qué difícil!
    Pasar del consumismo y regalarte tú mismo. (Poesía post-cervesera 😅😝)
    Como siempre, queridísima amiga, tus palabras son luminosas y llenas de cariño y buen saber. Estamos tan acostumbrados a regalar cosas materiales que nos olvidamos de las demás cosas que no necesitan de dinero para conseguirse-darse: Amor, compañía, atención, memoria, reconocimiento, sonrisas, satisfacción… Todas resumidas en la que tú has empleado maravillosamente: TIEMPO.
    Lo más valioso que tenemos en nuestras vidas y que tanto derrochamos y desperdiciamos.
    Yo, desde mi humilde rincón, me siento satisfecho y contento con los poquísimos raticos que les he dedicado a mis acervolenses, aunque seguro que son pocos y demasiado esporádicos. Ojalá poder aplicarme más este año que llega y sentirnos todavía más familia.
    Espero que pases unas felicísimas fiestas, con todos los que te quieren, que te mimen y llenen de besos y abrazos. Que el Año Nuevo sea, al menos, un poquito mejor que este. Que se deje de sustos y tantas malas noticias. Que si no nos regala nada, que tampoco nos lo quite. Que si no nos deja reír a carcajadas, que no nos borre la sonrisa de la cara. Que nos haga llorar, pero de alegría. Que sea exigente, pero también benevolente. Que refuerce nuestra amistad y nos sigamos sintiendo como en familia.
    Y si llegamos a conocernos en persona, será un regalo grandísimo.
    Gracias por tanto, amiga.
    Un Abrazo que te corte la respiración y te la devuelva con coloretes en la cara. 🤗😊🥰👍🏻

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    1. Hola Jose.
      Perdona que te corrija, pero YO he recibido la felicitación más preciosa que recibiré este año. Tu comentario, como siempre, llega profundo.
      Y te diré que la propuesta de pasar del consumismo y regalarse uno mismo, está surtiendo efecto. Para predicar con el ejemplo, empecé el sábado pasado, preparando una cena de Navidad que fue todo un esfuerzo y un placer con las risas de grandes y chicos. Ayer festejamos en la empresa y ahora estoy armando «regalos de tiempo» para estos días. Amigos, familia, sobrinos… Además el blog está engordando, espero que los platos sean apetecibles.
      Gracias por tus hermosos deseos para estas fiestas. Para ti, vaya una montaña de «UNETXOAK», «Une bereziak» disfrutando de familia, amigos, Acervo y VIDA.
      En cuanto a tu último deseo, espero este año autoregalarnos un regalo grandísimo, viviendo «Une bereziak». Un abrazo grandotote.

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    1. Hola Montserrat.
      Sí, me parece un muy bonito propósito, recuperar el espíritu de la Navidad y transmitirlo a las generaciones siguientes. Apreciar esos momentos de felicidad compartida, apreciar el presente, disfrutarlo, vivirlo, que el mañana llegará aunque no estés pensando en él.
      ¡Felices Fiestas para ti también! Un abrazo.

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  3. Hola, Trujamán. Maravillosos regalos los que propones. Un regalo debe ser algo más que el objeto físico, es el tiempo que quien regala ha dedicado a la persona regalada, son los pensamientos dirigidos a ella, es hacerle ver lo importante que es para uno. Tu lista sin duda que cumple el verdadero significado de regalar. Feliz Navidad!

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    1. Hola David.
      Esa es exactamente la propuesta. Que el regalo sea el tiempo dedicado a la persona a la cual quieres regalar, pensando en algo que salga un poco de los regalos materiales habituales y se concentre en ese tiempo exclusivo. Me alegro mucho que te haya gustado la idea.
      Gracias por dedicarme tu comentario. Un abrazo grande y ¡Muy Felices Fiestas!
      Marlen.

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  4. Hola Marlen, qué bonito, cuando he leído lo de que ibas a regalar sobres, he pensado que eran sobres con tus escritos, con palabras dedicadas para cada uno, seguro que también lo has hecho. Lo mejor es, como dices, compartir tiempo con los tuyos, eso es lo importante. ¡Feliz Navidad!
    Un fuerte abrazo. 🙂

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  5. Felicidades en estos días y siempre Marlen, precioso regalo de fin de año y muy apropiado también para repetirlo a menudo.
    Hace años tengo un slogan «Que la navidad no te saque el jugo, sácale tu el jugo a la navidad».
    En estos días estamos supuestamente más relajados, flojos de trabajo y responsabilidades y sin embargo nos cargamos más llenándonos de banalidades y derrochando nuestro valioso tiempo de amar con más libertad e intensidad todo, desde la familia hasta lo que apenas reparamos en ello.

    Gracias por tan excelente felicitación navideña. Feliz y larga vida. Un fuerte abrazo.

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    1. Hola Idalia.
      Me alegro que te haya gustado la felicitación. A mí me gustó tu slogan.
      Tienes razón, nos atiborramos de compras compulsivas, de comidas con compañeros de trabajo, de apuros sin sentido, perdiendo un tiempo irrecuperable de una forma tonta. Si, por lo menos, lo hiciéramos por los seres que queremos, pero en muchos casos se trata sólo de compromisos. ¡Menuda tontería!
      Gracias a ti por tu comentario. Un abrazo grande y ¡Felices Fiestas! disfrutando besos y abrazos, charlas distendidas y álbumes de fotos compartidos, instantes valiosos que atesorar.

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