El Tintero de Oro nos propone el Microrreto de este mes. Se trata de escribir en un máximo de 250 palabras un relato que haga referencia a la paleta de las emociones.
https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2023/03/microrretos-de-la-escena-al-micro.html
La promesa
Martín y Roberto comparten su aversión por la dictadura militar que gobierna Argentina.
Martín es de familia ultra-conservadora, pero sus ideales son opuestos a los de su padre.
Los amigos han participado en manifestaciones contra el régimen y han sufrido sus consecuencias: arrestos, palizas.
Un día, mientras Martín está en casa, su padre le hace una promesa. Lo ayudará a conseguir un trabajo importante, si renuncia a su militancia. Martín se sorprende tanto que queda en shock. Siente la tristeza de ver caer a su padre, su héroe de niño, desde lo más alto.
A medida que pasan los días, se va alejando de su familia.
Él intuye que su padre no tenía intención de ayudarlo, su promesa era sólo una forma de silenciarlo.
Comienza a sentir un gran enojo hacia su padre. Sus pesadillas nocturnas le atormentan. Escenas de fusilamientos. Entre los que esperan su turno, está su padre.
Decepcionado, se va a vivir en el departamento de Roberto y retoma sus participaciones en manifestaciones cada vez más peligrosas.
En una de esas manifestaciones, los dos amigos son arrestados y llevados a un centro de detención clandestino. Torturados, sometidos a condiciones inhumanas, ambos se niegan a delatar a compañeros.
Finalmente son liberados, pero la experiencia de Martín lo ha cambiado para siempre.
Siente un profundo desprecio por la dictadura militar y por aquellos que la apoyan, incluyendo a su padre.
Decide alejarse definitivamente de su familia. Y se une a un grupo de exiliados políticos que luchan desde Paris.

Las emociones utilizadas: He utilizado dos díadas. La aversión y el enojo dan lugar al desprecio. Y la sorpresa y la tristeza dan lugar a la decepción.
Buenos días, Marlen.
Una extraordinaria forma de usar los sentimientos y los recursos literarios para un tema dan duro y triste.
A veces, la política, que debería servir para unir a las gentes en el bien común y mejorar la sociedad, es motivo de odio y separación incluso en las familias.
¿A veces? ¡Qué iluso soy!
¿Por qué me sigue sorprendiendo que haya gente a favor y complacientes con los que matan, torturan, odian, promueven discriminaciones y otras lindezas de la aberración humana?
La historia es cruel para los que tenemos memoria.
Felicidades, amiga.
Abraaazooo
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Uff la política y sus secuaces…
A pocos salvo yo sean del color que sean.
El desprecio es muy fácil convertirlo en el mas absoluto asco.
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Hola Noelia.
Creo que no debemos confundir políticos con política, pero además, hay políticos que luchan convencidos por el bien de sus conciudadanos y merecen todo mi respeto. Lo que pasa es que estos no son motivo de noticia, simplemente hacen su trabajo en silencio, sin alardes.
Desprecio y hasta asco, como dices tú, me dan quienes aprovechan el poder para satisfacer sus egos y sus bolsillos.
Saludos.
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Un relato muy verídico, además del dolor de la separación familiar, la incertidumbre de salir adelante en el nuevo destino. Un abrazo, Trajumán.
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Hola Myriam.
Gracias por tu comentario. Sí, una situación complicada y de mucho dolor, que espero haber logrado transmitir. Un abrazo para ti también.
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Hola Jose.
Es cierto, a mí también me sigue sorprendiendo que el odio tan exagerado esté en algunos seres, capaces de las peores aberraciones. Y que hayan perdido la vergüenza de mirarse en el espejo, porque terminan por autoconvencerse de que todo lo han hecho por el bien de la sociedad, de sus semejantes…
Cuando vi la propuesta de David, con las díadas y el juego que dan como recurso literario, elegí una de ellas: Aversión, Enojo, Desprecio, y me surgieron varios temas para desarrollarla. Pero este es el que más me gustaba. Lograr que el desprecio, en lugar del odio o la ira, fuera la consecuencia me pareció importante.
En cuanto a la política que genera sentimientos de odio dentro de la propia familia o entre amigos, sabemos algo ¿no?. Pero siempre sorprende. A mí, desde hace algún tiempo, me sorprende y me molesta la radicalización a la que se ha llegado en Argentina. Aunque no hay una guerra de por medio, sí que hay un ambiente sumamente hostil entre las dos corrientes políticas más importantes, lo que ha llevado a un ambiente de crispación y de rotura de lazos esenciales, que me produce mucha tristeza. Es como si no se hubiera aprendido nada del pasado tan reciente. ¡Qué insensatez!
Gracias por tu comentario, Jose.
Un abrazo fuerte y buena semana.
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Hola, Trujaman:
Un relato que aviva la emoción lectora. El conflicto en las relaciones familiares está muy bien fabulado, el terror de las dictaduras supone un fondo real.
Un abrazo, Trujaman.
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Hola Nino.
Gracias por tu comentario. Sí, tienes razón, el terror a las dictaduras y sus procedimientos aberrantes para deshacerse de sus opositores, da terror.
Un abrazo para ti también.
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Buenas tardes Marlem, excelente microrrelato para narrar una situación que aún en estos tiempos sucede en muchos países. No es fácil romper con la familia y adentrarse en el mundo clandestino de la resistencia, pero a veces la convicción es más fuerte y no queda otro remedio. Me gustó mucho porque toca un tema muy sensible. Un abrazo
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Hola Nuria.
Sí, lamentablemente, es una situación que se repite en muchos países. En general, la convicción política es muy fuerte y es compartida en el ámbito familiar. Pero, a veces, cuando las ideas no son las mismas, el conflicto es terrible, porque está el dilema entre familia e ideales.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Hola Trujamán, sí has analizado bien esas emociones que han sucedido (y al parecer seguirán sucediendo en el mundo hasta quien sabe cuándo) pero que nosotros hemos vivido con gran dolor, peligro y terror, y que quedan para siempre en la modificación de las relaciones familiares.
Me ha gustado lo higiénico del relato, objetivo, puntual. Un abrazo
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Hola Juana,
Gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado el micro. Este tipo de situaciones generan miedo y gran dolor. Lo que no pensamos es que sea tan común que a raíz de ellas, se dé el quiebre de las relaciones familiares y, a veces, se da y duele especialmente.
Un abrazo.
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Hola Trujaman, tema difícil, duro el que elegiste, los sentimientos son tal cual los describis, para quienes militaban creo; los que éramos niños cuando esta época triste de nuestra historia tuvo lugar, nos quedó el miedo, el terror a las bombas, las armas.
Realmente lo recuerdo de esa manera, el ir al colegio y tener que evacuar por amenaza de bomba, el que aparezcan soldados y detengan el colectivo y te pidan la cédula, lo recuerdo patente y tenía nueve años entonces, a mí me generaba miedo, realmente.
Muy bien redactado tu micro, un abrazo.
PATRICIA F.
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Hola Patricia.
Sí, elegí este tema tan duro porque quería jugar con emociones de miedo, terror y ver las combinaciones a las que me llevaba. Tus recuerdos, tus emociones de niña de aquella época aún las tienes muy marcadas, signo de que las viviste tan profundamente que quedaron en tu memoria y en la memoria de varias generaciones.
Gracias por tus palabras, gracias por contarnos lo que sentías.
Un abrazo.
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Un tema durísimo que abordas desde la perspectiva de las relaciones familiares donde las emociones se vuelven más intensas. El tono del relato huye de la emocionalidad que es algo distinto de la emoción y eso me ha gustado mucho. Muy buen micro, Trujamán.
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Hola Marta.
Gracias por tu comentario y por reconocer la huída de la emocionalidad. Te confieso que reescribí varias veces el texto para despojarlo de emotividades, sensiblerías y juicios. Con miedo de haber dejado un micro demasiado aséptico, he puesto una imagen fotográfica para compensar esa falta de imágenes descriptas.
Y sí, tienes razón, en las relaciones familiares, todo se vuelve más intenso. Por eso el conflicto entre padre e hijo es la trama principal.
Me alegro mucho que te haya gustado. Un abrazo.
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Hola, Trujamán. Desgraciadamente sucede en muchas ocasiones lo que has retratado en tu historia.
Un abrazo.
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Gracias por tu comentario.
Un saludo.
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Hola Trujamán (Marlen), un micro distinto y potente en su narrativa, dejando ver como una ideología distinta puede lacerar, e incluso romper, los lazos familiares de amor incondicional.
Se perciben bien esas emociones que quieres transmitir en el micro, además de incentivar las neuronas con recuerdos quizás no tan gratos, pero si, importantes y trascendentales, de situaciones sociales y políticas que lamentablemente, cada país ha vivido y que no deberían repetirse.
Agradables días, un abrazo.
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Hola Idalia.
Gracias por tu comentario. Hay veces que el ser humano pierde sus referentes y puede llegar a poner una ideología delante de la importancia fundamental de los lazos familiares. ¡Hay que ser tontos!
Y sí, es cierto que hay recuerdos que son dolorosos. Pero al tenerlos presentes nos estamos inoculando contra el veneno del olvido y, por consecuencia, de la repetición de errores.
¡Qué bonito saludo! Agradables días para ti también. Un abrazo.
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Tremendo, Trujamán, por lo real. ¡Cuántas historias de dolor y sometimiento sucedió en Argentina, Chile, España… y tantos lugares del mundo! Lo has contado bien, son tan tremendos los acontecimientos que no es necesario apretar la tragedia, está presente en los actos.
Un abrazo, compañera.
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Hola Isabel.
Sí, parece que cierto tipo de ser humano tuviera una predilección especial por ejercer sometimiento sobre otro ser humano. Y me pregunto qué puede causar una actitud tan horrorosa? Tal vez el complejo de inferioridad…
Gracias por tu comentario. Creo como tú, que no hace falta ahondar en el horror, para sentir el sufrimiento infringido, además impunemente ya que el torturador se ampara en el poder de toda la parafernalia gubernamental.
Un abrazo para ti también.
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Los miserables de siempre. Las bestias y sus secuaces. Verdugos, torturadores y sádicos disfrazados de funcionarios. Las historias habituales y los sentimientos de odio, rencor, venganza, ira, tristeza, impotencia y dolor que promueven.
Cruda historia de la miseria del ser humano.
Abrazo.
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Gracias por pasarte por aquí, Fran. Y muchas gracias por tu comentario y por la lista de emociones que fuiste desgranando. Lamentablemente, una parte de la humanidad juega a ser Dios y a juzgar, condenar y castigar a otros semejantes.
Un abrazo.
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Detras de todo , la emocion que prevalece, y no solo en los protagonistas sino tambien en el lector es la tristeza, de que las cosas tengan que ser asi. y pienso en la madre, intentando que no se rompa la familis, sin saber como hacerlo
abrazo
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Tienes razón, la tristeza invade todo el relato.
Yo también pensé en esa mujer tironeada entre el marido y el hijo. ¿Se habrá puesto de parte de uno de los dos? ¿Habrá intentado mediar, explicar, calmar los dolores, los enojos, el desprecio, las decepciones? Pero hubiera necesitado bastantes más palabras que las 250 del reto para expresar todo su sufrimiento. Y me quedé en el mundo masculino. Después de todo, en el lado contrario, el mundo también es masculino. Las mujeres estaban en otra parte.
Un abrazo, Gabiliante.
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La decepción que podemos sentir por alguien querido, es una de las emociones más profundas y hirientes que se pueden llegar a tener. Un abrazo!
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Hola Marifelita.
Es cierto, si la decepción que siente alguien por un ser querido es muy grande, la que se siente cuando es un padre o una madre quien cae del pedestal, puede ser un trauma irrecuperable. Pero la vida, a veces, golpea sin piedad y sin medida.
Un abrazo para ti también.
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Un micro muy realista que destila perfectamente el desprecio y la decepción ante la caída paterna. Un abrazo
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Hola Lulita.
Como le comentaba a Marifelita, cuando es un padre o una madre quien cae del pedestal, puede ser un trauma irrecuperable y el desprecio, la decepción son inevitables.
Gracias por el comentario. Un abrazo.
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Hola, Trujamán. Un micro que casi diría que también podría entenderse como una especie de escaleta de una novela muy potente. De hecho, creo que esta historia tiene todos los ingredientes para ello. Un contexto histórico, una lucha ideológica, un conflicto de emociones entre el padre y el hijo, separados por sus ideas o cómo un posicionamiento político puede romper los vínculos de sangre… Sin duda que si un día decides escribir una novela aquí tienes un buen filón de materia prima. Estupendo aporte, en el vemos las emociones que cada suceso vivido provoca en el prota.
Casi podrías hacer otro desde el punto de vista del padre, creo que saldrían las mismas emociones aunque en orden distinto.
Un abrazo!!
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Hola David. No sabes la alegría que me has dado con tus palabras. Cuando vi tu propuesta, con las díadas y el juego que dan como recurso literario, elegí en seguida una de ellas: Aversión, Enojo, Desprecio. Me pareció muy interesante y me surgieron varios temas para desarrollarla. Pero este es el que más me gustaba. Lograr que el desprecio, en lugar del odio o la ira, fuera la consecuencia, me pareció importante.
Y me gustó desarrollarlo, aunque, como casi siempre me pasa, mis relatos suelen pasar las 1000 palabras. El reto de El Tintero me sirve como desafío personal para aprender a ser concisa.
Así que podé y podé el texto, con la idea de escribir en algún momento otro cuento no sólo con más profundidad del personaje del hijo, sino con ahondar en el padre y en la madre, a quien he dejado al margen, pero que por supuesto, tiene que estar presente y mucho, en esa difícil decisión de a quién apoyar y cómo intentar que la familia no de rompiera.
Ya ves, tu reto este mes despertó muchas cosas por este lado. ¿Una novela? No, yo soy más de cuentos, de esos que se cuentan frente a una chimenea, entre amigos. Pero en mi próximo libro de cuentos seguro que aparece Martín, su familia y un cúmulo de emociones. Me quedé con ganas de más con la historia.
Gracias por tu comentario. Un abrazo fuerte.
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Hola Trujaman una historia que me ha gustado mucho, por la potencia de ella misma por la verdad de lo contado sin florituras, por las sensaciones claro y a la vez he pensado en las ciudades, en los lugares de encuentro de aquellos que huyen y que aunque pase el tiempo acaban siendo las mismas. Coincido con David, daria para una novela, muy interesante. Muxu haundi eta aste buru ona pasa.
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Hola Ainhoa.
Me alegro que te haya gustado la forma de contarlo, Y es curioso que hayas pensado en las ciudades, en los lugares de encuentro de aquellos que huyen. Yo creo que quien huye y sabe que, aunque quiera, no puede volver, termina reconstruyendo su lugar de origen en el nuevo. Y entonces cocina las mismas comidas, busca los libros, las películas que le permiten volver, se rodea casualmente de gente que tiene el mismo origen… Las añoranzas son difíciles de superar, pasan los años pero siguen firmes.
Mila esker zure hitzengatik. Asteburu on bat opa dizuet. Besarkada indartsu bat.
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Desgarrador relato, pero muy verosímil.
Excelente aportación al reto.
Un abrazo.
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Sí, tienes razón, este tipo de tragedias son desgarradoras.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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¡Hola! Tu relato tiene ese tinte de realismo que pone la carne de gallina. Has conseguido trasladarnos a la mente de Martín, como si fuera la nuestra. Buen aporte. Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
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Hola Javier.
Muchas gracias por tu comentario. Sí, tienes razón, estas situaciones te ponen la piel de gallina. Y eso que no he querido ahondar en detalles, simplemente me quise quedar en los sentimientos. Pero son situaciones duras.
Un abrazo de Marlen desde el Blog del Trujamán.
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Un micro duro y muy real. En todas las guerras civiles se encuentran estos sangrantes enfrentamientos familiares.
Coincido con David en que daría para una novela muy interesante.
Un abrazo! 🙂
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Hola Maite.
Es cierto, en muchos países se encuentran enfrentamientos familiares debidos a la política y a la diferencia de ideologías, aunque no haya guerra civil. ¡Y es triste!
En cuanto a escribir una novela, el tiempo lo dirá.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
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Hola, Trujamán. Uno de los micros más duros de los que llevo leídos. Es muy potente, como la antesala de algo que ya hemos visto o leído, y por eso encarna tantas emociones, tanto pesar, y un camino amargo por recorrer.
Me encantó cómo enfocaste este reto, muy poderoso.
Un abrazo!
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Hola Pepe.
Hay veces que una situación es demasiado fuerte y terrible para poderla contar con palabras. He intentado que fueran sólo las emociones las que afloraran.
Me alegro que te haya llegado el relato.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.
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Hola, Trujaman
Relato desgarrado que se construye desde una de las emociones más poderosas: el odio y todos sus compinches: enfado, impotencia, disgusto ante una situación dada en la que no nos reconocemos y que, por supuesto, no nos representa. A partir de ahí la evolución del personaje es muy real, muy verosímil en su registro emocional, así que mi enhorabuena.
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Hola Matilde.
Gracias por tu comentario. Sí, tienes razón, es una situación que lógicamente llevaría al odio. Por eso me pareció interesante no llegar al odio, sino al desprecio, algo mucho más racionalizado y capaz de ser vivido por alguien que sufre pero también analiza lo que le pasa a él y a su entorno.
Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
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Cuántas situaciones así se darían en esas terribles dictaduras. También en la nuestra se dio. Hijos que estaban en contra de las ideas de sus padres. También es cierto, al menos aquí, que para muchos fue una fiebre de juventud. Luego se acomodaron en las ventajas familiares y olvidaron sus ideas.
Buen relato.
Un abrazo
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Hola Rosa.
Sí, las confrontaciones entre padres e hijos son normales y hasta saludables, pero cuando está en juego la vida, todos sufren y no es fácil resolverlo.
Gracias por tu comentario. Saludos.
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Las perturbaciones políticas y sociales son un buen caldo de cultivo para las emociones desmesuradas. No puedo ni imaginar lo que sentían cuando sus familias los delataban o cuando eran detenidos y torturados. Has escogido muy bien el momento y la historia para ilustrar esta «paleta de emociones». Enhorabuena…
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Hola Ana.
Sí, un momento especial para sacar a relucir toda una paleta de emociones y un momento horroroso para ser vivido y para enemistarte con tu familia más cercana. En esos tiempos se daban situaciones muy difíciles para ser vividas.
Me alegro que te haya gustado. Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
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Hola, aquí la paleta de emociones da la vuelta y la revuelta, todas las combinaciones posibles se dan en estas duras vivencias. Las determinaciones que hay que tomar cuando no se conocen límites, las decisiones cuando no se siente individuo de un seno familiar. Un abrazo
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Hola Emerencia.
Sí, cuando entran de por medio los afectos, los límites tienen otro sentido.
Pero en cuanto a no sentirse miembro de un grupo familiar, no creo que eso le pase a Martín. Si le duele tanto la reacción de su padre, es porque su familia tiene importancia, sino entraría en la indiferencia.
Gracias por el comentario.
Un abrazo.
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Hola Trujamán,
Qué buen micro y qué despliegue de emociones encontradas. Cuando la política se cuela en la familia nunca lo hace para sumar ni para construir nada bueno. Esas ideas que parece que surgen de manera inofensiva son capaces de dividir de por vida a quienes sólo un instante antes se han querido a rabiar. Decía un amigo mío que el amor y el odio son dos sentimientos que, de tan extremos, se tocan. Creo que sólo podemos odiar a alguien si primero le hemos querido y después nos ha fallado. Si no hemos querido antes lo que experimentamos hacia ese alguien que no soportamos es desprecio, indiferencia, rabia. Pero no odio.
Un fuerte abrazo.
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Ante todo, gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado el relato.
Tienes razón, la política muchas veces estropea amistades de toda la vida y hasta las relaciones más íntimas dentro de la familia. ¡Todos los sentimientos se desatan en momentos en que se toma partido por una u otra opción!
Yo no creo que sólo podemos odiar a quienes antes hemos querido. En situaciones de tanta perversión y sadismo, el odio explota con la misma ferocidad. Pero es cierto que los extremos se tocan y que, cuando un ser a quien hemos amado nos falla, lo normal es que se genere odio. Yo no quise llegar al odio y preferí que Martín, a pesar de sentirse defraudado por su padre y herido en lo más hondo, sintiera que su ídolo caía desde lo más alto y eso le producía dolor y desprecio, haciéndole perder el amor que antes sentía.
Un fuerte abrazo para ti también. Marlen
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Hola, Trujaman. Una historia bien argentina nos traes. Padres e hijos decepcionados por pensar diferente. La política dividió y seguirá dividiendo familias cuando falta el respeto, la tolerancia y la palabra, sobre todo, la palabra. Porque cuando se acaban las palabras sobreviene la violencia y tu micro nos muestra parte de la violencia que se desata en ciertas ocasiones.
Un abrazo
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Hola Mirna.
Totalmente de acuerdo contigo: «cuando se acaban las palabras sobreviene la violencia». Y aunque no es el único país en el que se han generado y se siguen generando situaciones así, en las que las familias quedan destrozadas, de esto, lamentablemente, también sabemos algo en Argentina.
Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Un abrazo. Marlen.
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¡Uff! Tremendo micro, Marlen, cargado de realismo. Me ha llevado a historias similares, tristemente vividas en España. Me ha emocionado leerte.
Un abrazo!
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Gracias María Pilar por tu comentario. Sí, conozco también alguna historia similar vivida aquí en la Guerra Civil. Mis padres y mis abuelos maternos fueron exiliados a raíz de ella. Así que me toca especialmente.
Me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
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