Una campaña de publicidad de FNAC bromea con la falta de conocimientos o puesta al día de los consumidores sobre productos culturales o tecnológicos con titulares como “¿Crees que 4k son los kilos que ganas en Navidad?” “¿Crees que Roomba y Conga son un tipo de bailoteo?” o “¿Crees que una televisión OLED es la que desprende olores?” para así destacar la ayuda que los empleados de la tienda pueden prestar a los clientes a la hora de elegir y comprar.
Pero, en realidad, a mí lo que me lleva a pensar es en la desinformación terrible de varias generaciones que, en “la era de la comunicación”, se han quedado totalmente desactualizadas. Vemos a gente no tan mayor, con capacidad para vivir confortablemente, atendiendo a sus necesidades, viajando, aún activos, haciéndose cargo de los nietos y, a veces, hasta de los hijos, que a la hora de hablar por teléfono necesitan la ayuda de un menor y claman al cielo por un móvil que sólo tenga las teclas para poder llamar y atender una llamada.
Y no hablemos de usar las redes sociales, participar de una videoconferencia, buscar información en internet, pedir comida con delivery o comprar online cualquier cosa que se les antoje.
En primer lugar, la causa más importante de esto es la rapidez con la que todo (especialmente lo tecnológico) avanza y se actualiza.
También tiene que ver la mayor influencia del inglés en una sociedad que le adjudica el carácter de “cool” a lo promocionado en ese idioma. No hay más que ver las últimas propagandas de perfumes en los últimos Reyes, con gente joven, guapa y hablando la lengua de Shakespeare.
Pero también influye la generalizada idea de que “los viejos” no saben nada, no se enteran de nada y encima no les interesa nada. “Nada” más lejos de la realidad.
Como si de una bola de nieve se tratara, cada vez más grande en su bajada, estas generaciones han ido disminuyendo el deseo de estar al día, de enterarse de lo que se habla, hasta sentir que nunca van a entender y se dan por vencidas.
“Ya nada es como antes”. Antes respetábamos a nuestros mayores, sus opiniones, su experiencia tenían un valor. Y no digo que fuera un mundo ideal. El machismo (tanto de hombres, como de mujeres) nos hizo y nos sigue haciendo mucho mal a todos.
Pero, como diría mi abuela: “ni tanto ni tan calvo”. Han cambiado los tiempos, afortunadamente, pero igual demasiado escorados para el otro lado. ¿No podríamos ser un poco más conscientes del valor de nuestros mayores? ¿No nos damos cuenta que lo que tenemos es fruto de sus esfuerzos y sus penurias? ¿Es acaso un tema de educación? ¿La falta actual de aprender la historia de un país y su gente? ¿Es la decadencia de un modelo familiar?





Creo que los países del norte de Europa reconocen y aprovechan mejor la experiencia de las generaciones anteriores. En el Sur y especialmente en España no se reflexiona sobre el desperdicio material y sentimental que supone considerar a los viejos poco más que material desechable. Se reflexiona casi exclusivamente sobre las maneras de hacer dinero pero quizás también aprovechar la experiencia sea rentable. Hay que probarlo y además, en una sociedad digna, solidaria, no todo tiene que ser rentable en términos de pura economía.
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Tienes razón, tanto en los países del norte de Europa como en la cultura oriental, las generaciones anteriores sirven para algo más que para dejarles aparcados los hijos. Se valora su experiencia y sus reflexiones. Se los tiene en cuenta en las decisiones. Tal vez deberíamos hacer algo en las escuelas, tal vez es cosa de familias. Lo cierto es que da pena y rabia el trato que muchas veces reciben. Sin duda la experiencia es rentable, sólo hay que estar dispuesto a escuchar más. Por otro lado, si todo es dinero en esta vida, apaga y vámonos. Gracias por tu comentario. Saludos.
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Me recuerdas mucho a una plática de TED que vi hace un años, te la busqué para compartírtela. https://www.youtube.com/watch?v=0opcWglPVP4
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Muchísimas gracias, no la había visto.
¡¡¡Una Maravilla!!!
🤗😊😊
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Hola Julieta, no conocía este video, pero estoy 100% de acuerdo con lo que dice la oradora. ¿Que las personas mayores son consideradas improductivas? Eso es discriminación, que es una de las etiquetas que he usado precisamente para esta entrada. Es importante que se debatan estos temas y se difundan. Gracias por tu comentario. Muy interesante.
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El tema del edadismo me ha interesado y me ha llevado a escribir mis reflexiones en este blog. Esta no es la única entrada que le dedico. Y, tal vez, repita las mismas cosas. Pero es que, a lo mejor, si lo decimos muchas veces, alguien reflexiona con nosotros y cambia su forma de ver cómo debe ser nuestra forma de actuar.
Si te interesa, puedes leer:
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Uffff. Esta entrada me ha llegado hasta el mismísimo tuétano del alma.
Hablas de un tema que me duele profundamente, porque sin considerarme viejo, (me faltan un par para los 60) me dicen que soy muy mayor para contratarme y me rechazan el currículum con casi 30 años de experiencia. Esa es la única excusa.
Además, cuando, en la vida diaria, das tu opinión, cuando hablas de un tema, cuando haces preguntas… te hacen sentir viejísimo.
El desprecio a todo el que va cumpliendo años, algo inevitable y hasta saludable, lo contrario ya se sabe, es insolente, detestable e incomprensible. Parece que de nada sirve nuestra experiencia, nuestro aprendizaje a través de los años, de los errores, de los conocimientos adquiridos. Somos muebles que estorban porque hay que dejar paso a los jóvenes. Y yo siempre me pregunto, ¿por qué no servimos de puentes a estos jóvenes? Hasta dónde yo sé, no nacen sabiendo y todo lo que nosotros podemos ofrecerles les haría avanzar más rápido y con mejores pasos.
Además, como bien dices, no es que los mayores no puedan, no sepan, no quieran aprender las nuevas tecnologías, es que va tan rápido que no les da tiempo. Y que en muchas ocasiones se les enseña de mala gana y con burla. Ahí está el tema actual de los bancos y su abandono a los clientes mayores.
En fin, este tema me hace soltar chispas y no creo que sea el sitio.
Enhorabuena por esta maravillosa entrada. Sabes tocar temas sensibles, reales y llenos de sentimiento.
Un abrazo.
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¡Ay Jose, es un alivio encontrar personas que tienen conciencia de este tema! Porque más de una vez, al intentar reflexionar sobre todo esto, la gente se justifica con la noción idiota de «los tiempos cambian y hay que dejar lugar a los jóvenes». Pero si nadie dice lo contrario, sólo que es un error desperdiciar todo lo aprendido hasta ahora y que, tal vez, yo te puedo aportar. ¿Por qué volver a cometer errores que ya hemos aprendido a evitar? ¿Por qué no escuchar y aprender? ¡Tan omnipotente te sientes!
Y que conste que no es reacción exclusiva de los jóvenes. Hay muchos que se resignan y aceptan que ya no sirven para nada. ¡Es que ya somos mayores!
A mí también este tema me escuece, forma parte del combo: incomprensión, falta de empatía, discriminación, insolencia, violencia. Y que conste que mis reflexiones no empezaron a los 60. Tal vez tiene que ver con haber convivido con mis abuelos, mis padres, tíos, amigos de ellos, hasta que nos dejaron.
Gracias por tus palabras. Un abrazo.
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